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Es solo una hipótesis, una línea de investigación. Pero todo apunta a ello después de los indicios con los que trabaja la Guardia Civil tras ... la oleada de robos de BMW de gran cilindrada en municipios del alfoz de la capital vallisoletana durante los últimos días. Detrás de todos ellos se asoma la posibilidad de que esos vehículos sustraídos se estén empleando en golpear bandas rivales de narcotraficantes. Así que el proceder, se presupone, es el de dar del 'palo' en Valladolid para poner rumbo a otros puntos de la geografía española y cometer ese supuesto golpe. Y luego volver a Valladolid y en algunos de los casos desprenderse del vehículo al prender fuego al mismo.
Hilos que ha atado la Guardia Civil después de que muchos de esos coches, una cifra cercana a la decena, no se hayan empleado en robos con fuerza en otros establecimientos. Porque precisamente ese era el antiguo 'modus operandi' de la conocida como la banda del BMW, que se dedicaba a sustraer vehículos y, en muchas ocasiones, esos mismos quedaban incrustados en cristaleras para acceder a negocios, asaltarlos y abandonar la zona a la carrera en otro coche
Ese proceder no se ha demostrado con los recientes robos de los BMW, lo que ha propiciado que la línea de investigación se centre en los golpes entre bandas dedicadas al narcotráfico.
Aldeamayor, Simancas o Rueda son algunos de los municipios donde se han registrado estos robos de coches, todos ellos de alta gama y que en algunos casos superan los 100.000 euros de valor.
Sea como fuere, si se confirmara que detrás de las sustracciones están narcotraficantes, eso no quita para un proceder en el que profesionales de la diagnosis y la electrónica ponen en práctica sus conocimientos para abrir y arrancar un coche en cuestión de pocos minutos. «Detrás, seguro, que hay alguien que ha podido desarrollar un 'software' para completar los robos», apunta José Luis Díaz, del taller Auto-tech de Zaratán y vinculado a la marca BMW desde 1989.
Más de treinta años de experiencia en el sector para saber de primera mano cómo trabajan esas personas que se dedican a «hacer el mal». «El sistema de bloqueo es sofisticado, pero son gente experta», continúa desde su taller mecánico y rodeado de vehículos.
José Luis Díaz
Pueden llevarse el vehículo en dos minutos y para ello utilizan aparatos que se pueden encontrar fácilmente por Internet. Lo primero que hacen es acercarse hasta el vehículo para abrir la puerta. No se fuerzan ni se rompen las ventanillas. Tiran de electrónica para que simplemente se abra. «Los mandos llevan códigos evolutivos. Cada vez que la puerta se abre o se cierra ese código cambia. Así que estas personas suelen tener los denominados grabadores de códigos. Se ponen a una distancia de unos 100 metros y queda grabado en un aparato», detalla Díaz sobre un artilugio que puede costar unos 300 euros.
Ya en el interior, los ladrones vuelven a emplear un nuevo aparato que se enchufa al conector OBD (On Board Diagnostics es un sistema de diagnóstico vehicular incorporado al vehículo y que tiene la función de controlar y monitorear tanto al motor como algunos otros dispositivos). Es la puerta a toda la electrónica de los coches y se suele encontrar en su parte izquierda, debajo del volante. «No es que los BMW sean más fáciles de robar, solo que a alguien le ha dado por esta marca porque les gusta o porque son muy rápidos», describe.
Así que en ese puerto, cuyas características físicas se asemejan al euroconector de la televisión, enganchan otro aparato para facilitar el arranque. Electrónica al servicio del caco con una maquinita, que en esta ocasión es bastante más cara al oscilar entre los 4.000 y 5.000 euros. «Pero es que luego roban un coche de mucho valor. Les merecerá la pena porque saben que lo pueden rentabilizar», agrega el especialista en esta marca.
Y ante esa tesitura, si usted tiene un BMW, puede poner en práctica varias recetas para evitar ser pasto de los amigos de lo ajeno. «Hay muchas personas que deciden cambiar las tomas OBD. Entonces cuando abren la puerta se encuentran con un anclaje distinto. No pueden enchufar su aparato y desisten. Hay otros que cambian unos números pin del OBD y eso bloquea el robo. Hay ciertos aspectos a comentar, pero lo mejor es ponerse en manos de especialistas para que aconsejen», subraya el mecánico.
Entre las inversiones que puede hacer un propietario, se encuentra también la de poner sistemas de GPS o conectarlo con el móvil para frenar ese robo. «Hay aplicaciones con las que puedes bloquear el coche si ves que te lo han robado. Nunca en marcha porque eso podría suponer un accidente, pero sí una vez que se pare», recalca.
Eso sí, agrega que es imposible evitar el 100% de los robos de coches. «Es verdad que aquí no fuerzan la cerradura. Pero siempre pueden romper la ventanilla y acceder. Lo mejor es tener un buen sistema antirrobo», comenta a la par que lamenta la situación. «Hay personas por delante de nosotros, como ingenieros o especialistas en electrónica, que deciden arrimarse al mal en vez de al bien», concluye desde la calle Ceramistas de Zaratán.
El arrancador OBD es un clásico en el robo de todo tipo de vehículos. Lo sufrieron y lo sufren los Seat con un método similar. Se vio recientemente en el intento de asalto en el bar Vasi's de Parquesol el pasado 14 de abril. Allí, cinco personas se presentaron en dos turismos robados. Tras detener a dos implicados, la Policía pudo incautar un arrancador OBD con el que habían perpetrado las dos sustracciones de coches. Ese estaba configurado para modelos de la marca Seat.
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