Cómo colaborar en la próxima campaña del Banco de Alimentos en Valladolid

«Esto quiere decir que hay un porcentaje amplio de personas que lo necesitan y que no piden ayuda, que no acuden a nuestros servicios. Muchos están echando mano de los ahorros, de las redes familiares. Hay una vergüenza que hace que muchas personas no recurran a trabajadores y servicios sociales, eviten los recursos que están a su alcance», indica. Y esto se ha agravado durante la pandemia: «familias de clase media, trabajadora, que se han visto inmersas en ERTE, despidos, autónomos con menos ingresos que atraviesan, de forma puntual, por un momento delicado». Y se prefiere aguantar a que pase el chaparrón. «A veces, la alternativa puede ser peor. Se recurre a préstamos que tal vez resuelvan hoy el problema, pero que pueden hacer el pozo más profundo en el futuro».

El Banco de Alimentos se ha conjurado para llegar a esas personas que, en un momento muy concreto de sus vidas, puedan necesitar una balsa para vadear las malas mareas. «Durante esta pandemia, entre Cruz Roja y el Banco de Alimentos se ha llegado a 4.000 personas más a través del fondo de ayuda europea para los más necesitados (FEAD). Hemos atendido a cerca de 20.000 vallisoletanos», indica Mediavilla, quien teme que el fin de los ERTE convierta esos expedientes temporales en definitivos, en despidos que cronifiquen unas situaciones ya muy delicadas.

«La pandemia no ha cambiado la vida, aunque sí que la ha empeorado, a todas esas personas que ya estaban en situación de pobreza. Y, a su vez, ha golpeado de lleno a familias que no se habían visto en esta situación. El paro ha aumentado, ahí está la regulación de la banca, los cierres de empresas. La situación no es fácil y nos hace pensar que empeorará durante los próximos meses».

Por eso, para garantizar el suministro de víveres hasta finales de año (hasta noviembre al menos, cuando se celebre la gran recogida), el Banco de Alimentos ha lanzado, en colaboración con Asucyl (la asociación de supermercados de Castilla y León) una campaña que se desarrollará la próxima semana (del 31 de mayo al 5 de junio) en los establecimientos de las cadenas Mercadona, Gadis, Alimerka, Lupa, Froiz y Suma-Proxim.

Los clientes de estos súper podrán hacer sus aportaciones económicas en caja. El dinero obtenido (el reto se ha fijado en alcanzar los 150.000 euros) servirá para adquirir después productos con los que llenar las naves del Banco de Alimentos. La tradicional recogida de alimentos (el kilo de arroz, el paquete de alubias) se ha traducido en esta aportación económica, que evita la manipulación de alimentos y permite controlar mejor qué tipo de víveres se precisan en cada momento. La aportación se verá reflejada en el tique de compra.

«Por motivos de seguridad, debido a las restricciones ocasionadas por la pandemia, las campañas necesariamente son más virtuales que físicas (hay menos operaciones kilo) y serán los empleados de los distintos supermercados de Asucyl los que informarán a sus clientes de la campaña y la forma de colaborar«, explican desde Banco de Alimentos.

«Pedimos un año más a todos los castellanos y leoneses (la campaña se desarrollará en los establecimientos de Ávila, Palencia, Ponferrada, Salamanca, Segovia y Valladolid) un esfuerzo mayor aún si cabe y un gesto solidario para quienes más lo necesitan«, añaden. »Sin esta solidaridad, esta recogida de verano, y en consecuencia el paliar en lo posible la situación tan problemática que estamos viviendo, no sería posible«.

La ONG colabora con 144 parroquias y entidades de reparto que facilitan la comida a personas necesitadas. El objetivo está en incrementar esa malla de colectivos (especialmente en el medio rural, donde es esencial la labor de las asambleas de Cruz Roja) para llegar a ese porcentaje que aún se resiste a pedir ayuda en momentos de dificultad.