

Mª Nieves Cabrera
El Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Nuclear que se celebra en Valladolid reúne a 580 especialistas que abordan novedades tecnológicas, de diagnóstico y de tratamientos
Es jefa del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y presidenta del Grupo de Trabajo de Neuroimagen de la Sociedad Española ... de Medicina Nuclear e Imagen Molecular. La doctora María Nieves Cabrera participa en Valladolid en el congreso nacional de esa sociedad, que reune a 580 especialistas con un amplio programa de comunicaciones sobre investigaciones, ensayos y avances en tecnología, diagnóstico y tratamientos. Entre ellas, varias sobre el papel que juegan los médicos nucleares en la aplicación de las nuevas terapias frente al alzhéimer.
-¿De qué manera se trabaja en Medicina Nuclear en las nuevas terapias, para aplicar las nuevas terapias para hacer frente al alzhéimer?
-Tenemos un papel fundamental en las nuevas terapias del alzhéimer, dado que somos capaces de visualizar en el cerebro en qué zona se deposita de manera patológica las proteínas que conocemos que están implicadas en la enfermedad como son la Beta-amiloide y la Tau. Nosotros podemos ver en vivo si hay depósitos, podemos cuantificar la carga que tiene ese cerebro de manera que vamos a seleccionar a pacientes idóneos, los que podrían responder mejor al tratamiento. También podemos medir cuál ha sido el grado de respuesta a estas terapias de cara a interrumpir en pacientes en los que ya no es necesaria. Son terapias que no están exentas de algunos efectos adversos. Creemos que realmente vamos a aportar un plus adicional, a seleccionar mejor a los pacientes y estamos determinando cuáles son también nuestras necesidades.
«Es importante que un paciente de cualquier comunidad pueda beneficiarse por igual, deberíamos llegar a una homogeneidad entre comunidades»
-¿Van a presentar avances en Valladolid sobre el trabajo que están desarrollando?
-Realizaremos una sesión para presentar en qué momento estamos de la terapia, cuáles son los avances y cuáles son los medicamentos que están disponibles y cuál es la nueva aprobación que tenemos reciente, del 15 de abril, de un nuevo medicamento dirigido a la proteína amiloide. Vamos a presentar también cuáles son nuestras necesidades, basadas en un trabajo publicado recientemente por un grupo de neurólogos españoles en el cual se plantea cuáles son los requisitos, y qué hay que implementar de cara a trabajar en estas nuevas unidades terapéuticas.
-¿En qué momento están estos tratamientos?
-Parece que al fin vemos la luz, porque se inició el estudio de estos nuevos trazadores de fármacos contra la proteína amiloide en los años 2000. Hay ya tres medicamentos que están aprobados por la FDA (Agencia del Medicamento de EE UU) y actualmente la Agencia Europea del Medicamento ha dado la aprobación para poder dar esta primera terapia que se llama Lecanemab. Hay otra, el Donanemab, que es muy similar en cuanto a la eliminación de esa proteína amiloide, que está aún en vías de aprobación, pero también en otros países aprobada. Es importante que se establezcan protocolos y deberíamos de llegar a una homogeneidad entre comunidades en España. Yo creo que es importante que un paciente de cualquier comunidad pueda beneficiarse por igual y para ello que haya unidades de demencia especializada que puedan atender a toda esta población.
-¿Cuál es el perfil del paciente que podría beneficiarse de este tratamiento?
-Está demostrada la efectividad, y serían candidatos, pacientes que tienen un deterioro cognitivo leve, con una alteración muy inicial o una demencia leve y en los cuales hay evidencia de depósito patológico de proteína, que ahí es donde tenemos nosotros el papel fundamental para determinar cuál es esa carga proteica del cerebro.
-En este congreso van a abordar las utilidades de los nuevos PET-Resonancias (PET-RM) respecto de los PET-TAC.
-Disponer de PET-Resonancia podría suponer una mejora en la selección de pacientes, porque también hay que hacerles una serie de resonancias tanto en la determinación inicial de la terapia como en la monitorización durante toda la enfermedad. Nos puede facilitar mucho, pero yo, a día de hoy, veo mucho más factible que podamos realizar por una parte la resonancia magnética y por otra parte el PET-TAC. Si se ampliase la disponibilidad (de PET-RM), tendríamos la ventaja de unificar en un mismo estudio dos pruebas que van a dar una información clave.
-Los recién graduados están eligiendo en este momento especialidad MIR, ¿por qué les recomendaría escoger Medicina Nuclear?
-Es una especialidad preciosa, muy completa, que abarca muchas áreas de la medicina. Estamos hablando ahora de la aportación en el campo de neuroimagen, con un futuro prometedor, pero tenemos un potencial enorme en la enfermedad oncológica, desde el diagnóstico inicial hasta toda la monitorización. Y también un auge importante en la terapia. Ahora somos capaces de tratar con medicamentos radioactivos enfermedades como son los temores neuroendocrinos o el cáncer de próstata y vienen trazadores nuevos que incluso podrían ser capaces de tratar múltiples tumores.

El Clínico de Valladolid: 4.000 pacientes anuales en el PET-TAC y 7.500 en gammagrafías
Ricardo Ruano es el jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, que es referencia para toda la provincia vallisoletana y para Palencia y Segovia. El centro hospitalario de Valladolid, con una plantilla de nueve facultativos, a lo que se suman médicos internos residentes (MIR) que están completando la especialización, atendió el año pasado a 4.000 pacientes que pasaron por el PET-TAC y a alrededor de 7.500 que se sometieron a una gammagrafía convencional. En lo que respecta al equipo de PET-TAC, la distribución provincial de pacientes varía, porque los palentinos se desplazan a Burgos y los segovianos a Salamanca. «El foco principal de nuestro trabajo es oncología», resalta el doctor Ruano, que suma a ese área las pruebas en pacientes con deterioro cognitivo, donde pueden concretar de forma bastante certera si padecen alzhéimer. Y también pueden determinar si un paciente tiene o no párkinson. «La neurología supone en torno al 20% de nuestros estudios», precisa el responsable de Medicina Nuclear en Valladolid. El cáncer coparía el 70% de la actividad y cardiología encabeza el resto de la agenda, trabajando con pacientes con dolor torácico y cardiopatía isquémica (anginas de pecho, infartos). «Es una especialidad más desconocida, pero con muchos alicientes profesionales y personales», resume el doctor Ruano. Justo este miércoles se ha cubierto la plaza que ofertaba el servicio en la edición MIR de este año.
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