«Mal pronóstico» para una campaña micológica «tardía» por falta de lluvias
La ausencia de humedad en la capa freática de los pinares y temperaturas por encima de lo habitual paralizan la fructificación de especies
«Mal panorama el que tenemos ahora mismo tanto en Valladolid como en la región». Así vaticina una de las figuras más destacadas en el ... estudio de los hongos en España, Aurelio García, el comienzo y el futuro más próximo de la campaña micológica de este año en la región. El presidente de la Asociación Vallisoletana de Micología de Valladolid ha tenido inlcuso que suspender actividades de morfología de estos hongos por ausencia de los mismos. «Mucho tiene que cambiar la situación para que empiece la producción», añade.
Valladolid ha encadenado 67 días de sequía hasta el pasado viernes en el que un aguacero dejó 20 litros por metro cuadrado en la capital, el problema es que apenas se ha mojado el suelo de los pinares, algo que sumado a la asuencia de lluvias en las próximas semanas provocará un arranque tardío de la fructificación de especies. «En Valladolid se encuentran los arenales más grandes de Europa, se trata de suelos que no retienen el agua por lo que el pinar a estas alturas del año está muy seco. Hay que ser optimistas y esperar», añade Montserrat Ganado, coordinadora de Fundación Cesefor para la promoción, gestión y revalorización del recurso micológico en la Comunidad de Castilla y León.
Lo cierto es que las precipitaciones de la segunda semana de septiembre «son vitales» para marcar lo que vendrá, porque los hongos necesitan lluvias continuadas y copiosas para que el micelio se active y finalmente fructifique y temperaturas suaves y frescas (entre 5 y 20 grados es lo ideal). «Como no llueva de aquí a mediados de octubre no habrá setas», matiza Aurelio García.
Los expertos explican además que no se trata de algo tan inmediato como la gente pueda pensar. «Todo lleva su proceso de crecimiento y una vez que caigan esas lluvias y formen esa capa necesaria de humedad en el suelo, los hongos necesitan su tiempo, más aún los níscalos tan característicos aquí en Valladolid. Por lo que fácilmente pueden ser más de dos semanas de espera desde que el terreno ha recibido el agua», concreta Ganado.
La campaña además de «tardía» será «impredecible» y más en base a las previsiones que la Aemet hizo públicas el pasado lunes para la región, ya que vaticinó que los próximos meses de otoño se caracterizarán por un clima «más cálido y seco» de lo habitual en estas fechas. «Pese a todo esperamos un cambio que permita recoger ejemplares de níscalo fundamentalmente en pinares de la zona sur y seta de cardo en zonas baldías y en barbechos de Valladolid», explica Ganado.
Si el tiempo continúa así no se espera una buena campaña en cuanto a producción en la provincia. «Por ahora solo hay más humedad en la cornisa cantábrica de la región (el norte de las provincias de León, Palencia y Burgos) donde comenzarán en breves la campaña».
A partir de octubre se podrán obtener los permisos necesarios para la recolección de setas que expide la Junta de Castilla y León para desempeñar una actividad que gana aficionados cada año. De, hecho aseguran desde Cesefor que «el micoturismo está creciendo mucho no solo en Soria, que es destino micológico, también en puntos como la montaña segoviana, los montes de Ávila o de Zamora».
Es importante recolectar en zonas acotadas -Valladolid cuenta con unas 27.000 hectáreas- y respetar unas normas mínimas para garantizar que la actividad de recoger setas no dañe el entorno. «Los permisos que se sacaron el año pasado tienen vigencia hasta el 30 de septiembre y el tamaño mínimo permitido es de cuatro centímetros o dos dedos de grosor. Hay que llevar una cesta, cortar con cuidado con la navaja, obviamente no rastrillar y volver a tapar el agujero y dejarlo como estaba para posibilitar una nueva producción. Básicamente que no se note que has estado», apunta Montserrat, quien aconseja además guardar la ubicación del coche en el caso de los pinares de Valladolid, «donde es muy fácil perderse».
Pese al panorama poco esperanzador de este año, desde Cesefor animan a disfrutar de la naturaleza a través de la micología. «Estar en el pinar ayuda a la relajación, fortalece el sistema respiratorio y reduce los niveles de estrés a cualquier edad». Una idea que comparten desde la Asociación vallisoletana de Micología, donde atienden cada lunes (a partir de las 19:00 horas) a cualquiera que se acerque con sus ejemplares para explicar si son o no comestibles y para que conozcan más sobre las setas que se pueden recoger en la zona.
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