La Junta delega en las denominaciones de origen la realización de PCR a los temporeros

Esta circunstancia afecta sobre todo a la DO Ribera del Duero, que vive momentos de «incertidumbre», debido a que la mayoría de las parcelas se vendimian a mano y los viticultores y bodegas necesitan recurrir a mayor número de trabajadores temporales que en otras comarcas. Por el momento, apenas una veintena de bodegas ribereñas han abiertos sus puertas, pero según las previsiones, la vendimia se generalizará a partir del próximo lunes. Muy preocupado por lo que se avecina, el Consejo Regulador de la Ribera del Duero ha aprobado un protocolo de toma de muestras para pruebas PCR.

«Aunque esta labor no entra dentro de las competencias específicas del Consejo Regulador, el órgano de gobierno ha decidido implicarse activamente en esta campaña de control, consciente de la excepcionalidad de la situación y con el objetivo de ayudar a viticultores y bodegueros», señalaba ayer el director general de Ribera del Duero, Miguel Sanz.

Está previsto que la recogida de muestras se realice en tres puntos de la Ribera del Duero: Peñafiel, Aranda de Duero y San Esteban de Gormaz a medida que evolucione la recolección de las uvas. Sanz explicó que los espacios se establecerán de acuerdo y en colaboración con los tres ayuntamientos ribereños, antes de reconocer que «no hay un presupuesto destinado a la toma de muestras porque no sabemos el número de temporeros que se necesitarán».

Aunque, al parecer, la Consejería de Agricultura se ha comprometido de palabra (no hay nada escrito) a ayudar a sufragar los costes de la logística (hisopos nasales, desplazamientos, equipo humano y el resto de material necesario) en el futuro, por el momento, tendrán que asumirlos los consejos reguladores. Así lo confirmó también el director general de la DO Rueda, Santiago Mora. De hecho, la vendimia arrancó en esta zona conocida por sus vinos blancos el pasado 22 de agosto, por lo que ha sido la primera en establecer un modelo de recogida de muestras y Ribera del Duero ha recurrido a la misma aseguradora.

En el caso de Rueda, donde ya se han recogido más de 60 millones de kilos de uva, una unidad móvil o ambulancia se traslada allí donde es necesario tomar las muestras. En cualquier caso, Mora admitió que para Rueda no es un problema porque el 95% de la vendimia está mecanizada y la mayoría de las cuadrillas de temporeros extranjeros residen en la comarca. Aún así, si vuelven de trabajar de otra zona se les realizará la prueba siempre que lo soliciten los viticultores y las bodegas. Las empresas de servicios que gestionan cuadrillas tienen que preocuparse de realizar unas pruebas que, en cualquier caso, son voluntarias.

La directora técnica de la DO Cigales, Águeda del Val, señaló que «no tenemos medios para poner en marcha la recogida de muestras», aunque recordó que el 70% de la vendimia se lleva a cabo a máquina. La DO Toro, donde las máquinas vendimian el 30% de la cosecha, ha recurrido a la misma mutua que se ocupa de los riesgos laborales y las pruebas PCR se realizan en Zamora.