Los juicios de tarde, más por seguridad que descongestión

«En Nicolás Salmerón somos 14 juzgados (Mercantil y los de Primera Instancia, 1, 2, 4, 4 bis, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13, 14, 15 ) con seis salas de vistas, lo que hemos hecho ha sido distribuirnos las salas, tres por la mañana y tres por la tarde, con la finalidad de que no exista aglomeración porque las salas dan lo que dan y los pasillos de espera son muy estrechos, con lo que, si seguíamos señalando como habitualmente, se iba a producir una aglomeración de personas. Empiezas con retraso, se junta un juicio con el siguiente y eso iba a provocar de forma segura que se juntara mucha gente en un espacio reducido», recalca Alberto Mata.

«Por la mañana ocupamos tres salas de vista y las otras tres las dedicamos a salas de espera, la gente del juicio está esperando en ellas (un testigo, un perito...), que también las hemos dividido. Ello ha provocado que en teoría venga la mitad de gente, porque la mitad viene por la mañana y la otra mitad, por la tarde. Así por lo menos la mitad de afluencia ya la consigues», agrega el titular del Juzgado de Primera Instancia Número 8.

En este, sentido, Mata señala que la segunda medida clave que han puesto en marcha ha sido programar la mayor parte de los juicios telemáticos, a través de sistemas de videoconferencia, «lo que ha provocado que ni abogados ni procuradores tengan que venir al edificio a celebrar un acto».«Y a través del sistema que nos ofrece el Ministerio hemos logrado que se lleven a cabo un importante número de señalamientos sin que se tenga que desplazar nadie», afirma Alberto Mata, que incide en que «el mayor logro es que, si se visita una mañana cualquiera el edificio de Nicolás Salmerón, la zona en donde se celebran los juicios tiene una apariencia casi vacía y no es que no se trabaje, se está trabajando pero de forma distinta, distribuyendo mañanas y tardes e intentando señalar al máximo los juicios a través de videollamada».

Si bien, precisa que a veces esas medidas tienen dificultades porque se obliga al funcionario a acudir por la tarde, «aunque hemos contado con su colaboración, porque sin ellos no hubiera podido hacerse como todo el trabajo de cualquier juzgado», apostilla el juez, que habla de un éxito «relativo y particular».

«A veces, sobre todo al principio, las videollamadas funcionaban regular porque era un sistema nuevo que no estaba desarrollado, pero cada vez funciona mejor y yo creo que tiene un futuro importante más allá del estado de alarma y del coronavirus, porque se puede seguir utilizando, si no en todos, sí en algunos actos y puede ser muy útil para agilizarlo y que la gente no se tenga que desplazar a Valladolid de otras ciudades para celebrar juicios», asegura Alberto Mata, que recuerda cómo desde el 8 de junio se están celebrando juicios por la tarde en el edificio de Nicolás Salmerón y están previstos, de momento, hasta el próximo 21 de septiembre. «Si las cosas van bien desde el punto de vista sanitario, volveríamos al sistema anterior, pero si se tuercen, mantendríamos el sistema, todo conforme a los criterios que nos da el Consejo y el TSJ», explica el juez.

«Está previsto todo el mes de agosto, pero hay pocos días que se vaya a celebrar, sí hay vistas de compañeros que han señalado y que no están de vacaciones en agosto para cubrir al resto de compañeros, pero van a ser por la mañana todos, porque no había necesidad de distribuir mañana y tarde», asevera Alberto Mata, que en su caso ha celebrado, con los del pasado lunes, un total de 17 juicios por la tarde.

Se va así «cumpliendo la agenda, pero no al mismo ritmo que antes del estado de alarma». «Sí que se pueden ir haciendo cosas, pero no al mismo ritmo que antes porque una de las instrucciones que tenemos es la de no acumular muchos juicios que obliguen a que haya gente en salas de espera. Por eso, aunque los hayamos dividido en mañana y tarde, vamos un poco más lento que antes, y aún estamos poniéndonos al día con todos los juicios que se suspendieron desde el 14 de marzo hasta el 5 de junio, que es cuando empezamos a trabajar de una manera normal. Estamos intentando reseñalar todos los juicios que se suspendieron, eso provoca retraso tanto en señalamientos como a la hora de resolver los asuntos», concluye el juez, que el lunes celebró cinco juicios.

El primero de ellos, por los supuestos intereses abusivos de una tarjeta 'revolving' (aquellas en las que la deuda se va regenerando a medida que se paga la cuota), y en veinte minutos, tras oír a las partes, quedó visto para sentencia. No había nadie en la sala más que el juez y la funcionaria encargada de que la videoconferencia se llevase a buen término. Eso sí, bien provistos de mascarillas y geles, protegidos por tres mamparas y con plásticos en los micrófonos.