Juan García-Gallardo, sobre Valladolid: la línea roja de la inmigración «se aplica para todos los gobiernos»
El portavoz de Vox en las Cortes advierte de que su formación «solo participará en gobiernos» que intenten «frenar la inmigración ilegal y masiva»
Lo que vale para el Gobierno de Castilla y León vale para Burgos. Y lo que vale para Burgos, vale para Valladolid. Ese es ... el silogismo político que aplica Juan García-Gallardo (Vox) a la situación de los gobiernos de coalición de su partido con el PP. Si los populares deciden mantener políticas que para Vox favorecen la inmigración ilegal, los de Santiago Abascal no formarán parte del Gobierno. Y eso, dice Gallardo, «aplica para todos».
Con eso abre el melón de qué puede ocurrir con el Ayuntamiento de Valladolid una vez que se presenten los presupuestos municipales. Las líneas rojas de Vox, en ese caso, iban más enfocadas a las cuestiones de género, las clases de educación sexual y las subvenciones a organizaciones como Dialogasex o a eventos como el Zorrilla's Fest.
Cuestiones que, en el reparto de competencias, pasaron de estar bajo el ala de Educación (antes Victoria Soto, PSOE, y con el nuevo equipo, Irene Carvajal, de Vox) a cobijarse bajo Servicios Sociales (de Rafi Romero, PSOE, a Rodrigo Nieto, del PP). A ese intento de 'veto' presupuestario se une así, pues, el de las oenegés que trabajan con migrantes, aunque no sean las mismas que originaron la discrepancia entre los socios políticos en Burgos. La respuesta del PP, incluso por boca del alcalde, Jesús Julio Carnero, siempre ha sido la misma: mantener lo que hay.
Noticias relacionadas
Llegados a ese punto, habrá que ver si Vox decide aprobar o no las cuentas municipales. Y si es por Juan García-Gallardo, será un no. «La posición de Vox es única a nivel nacional. Nosotros ha sido una cuestión que siempre hemos defendido, pero en los últimos meses ha sido una cuestión indispensable en toda nuestra política. Solo vamos a participar de gobiernos que, en el ámbito de sus competencias, hagan todo lo posible para frenar la inmigración ilegal y masiva. Eso aplica para el Ayuntamiento de Burgos, el de Segovia, el de Ponferrada y por supuesto para el de Valladolid y el resto de administraciones en las que tengamos presencia», sentenció el portavoz de Vox.
«Eso es lo que Vox ha determinado políticamente, lo que la sociedad española nos está reclamando, y nosotros vamos a cumplir con nuestra responsabilidad política», añadió. A este respecto, el portavoz popular en las Cortes, Ricardo Gavilanes, explicó que lo de la posible ruptura del pacto «hay que preguntárselo a Vox». Y contragolpeó con el argumento que más ha utilizado el PP desde que se fracturó el tándem autonómico. «Los únicos que rompen con los ayuntamientos, los únicos que han roto un grupo de Gobierno, han sido los del grupo parlamentario Vox, que siguen instrucciones de Madrid en detrimento de los castellanos y leoneses y de los burgaleses», señaló.
Vox siempre ha mantenido que evitará gobiernos de izquierdas, pero puede dejar al PP en minoría como ha hecho en Burgos
El Ayuntamiento de Valladolid tiene de plazo hasta el 31 de diciembre para presentar los presupuestos municipales. Si Vox se opone o decide no aprobar las cuentas, Jesús Julio Carnero tendría la posibilidad de intentar aprobarlas mediante una cuestión de confianza. Es lo que hizo Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos, después de la pelea con su ya ex socio, Vox. Y la perdió. ¿Consecuencias? Pues en la práctica puede que menos de las que se piensa. Porque esto abre un plazo de un mes para que alguno de los partidos del Pleno presente una moción de censura. Para ello debe postularse un candidato a relevar a Ayala de la Alcaldía y, para que eso suceda, debe obtener mayoría absoluta. Vox siempre ha mantenido que, mientras pueda evitarlo, no permitirá gobiernos de izquierdas en aquellas administraciones en las que tenga la llave. Es decir, que no hay posibilidad de que prospere una moción de censura en Burgos. Pasado ese mes sin que se presente o prospere una moción de censura, los presupuestos se dan por aprobados. Algo similar ocurriría en Valladolid. El PP tiene 11 votos y Vox, 3. El PSOE cuenta con 11 ediles y Toma la Palabra con 2. El PP estaría en minoría, pero Vox no permitiría una moción de censura del PSOE, que tampoco cuenta con los votos de Vox llegado ese caso.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión