La incidencia de covid baja a la mitad y abre expectativas a relajar restricciones en la región
Los 36 días de medidas permiten flexibilizar las limitaciones en Salamanca y estudiar las del resto de la región, excepto Burgos
«Una buena noticia. Hemos bajado a más de la mitad nuestros casos». Resumía así este lunes la consejera de Sanidad, Verónica Casado, el ... balance de los 36 días de medidas para la contención del virus y respiraba finalmente la responsable sanitaria ante unos datos que, por fin, otorgan resultados concluyentes a las muy limitantes restricciones en la comunidad.
Aún así, la incidencia es muy alta y da escaso margen para abrir libertades. Pero igual que la Junta lo hiciera en pasados días con Segovia y Ávila, los registros de Salamanca por debajo de los 400 casos (que es lo marcado para bajar de riesgo 'máximo' a 'muy alto') anuncian que, en breve, podrá seguir el mismo camino de apertura de hostelería o gimnasios –con sus limitaciones– y con un confinamiento provincial. La tendencia es igualmente buena para el resto de la comunidad, con la excepción de Burgos, pero la Consejería de Sanidad retiene con aún más prudencia cualquier anuncio de flexibilizar restricciones en las demás provincias y estudia además sacar de las medidas burgalesas a Miranda de Ebro y Aranda de Duero, dado que son grandes poblaciones con datos positivos.
En Navidad, diferentes medidas por situación epidemiológica
La Junta sigue apostando por el acuerdo en el seno del Consejo Interterritorial de Salud que se reúne hoy con respecto a las medidas a aplicar en Navidad; aunque siempre más partidaria de la contención que del aperturismo de las restricciones. Y, en particular, la Consejería de Sanidad defiende que tal pacto permita aplicar medidas más restrictivas en los territorios, como ocurre en la región, que sufren una peor situación epidemiológica, según explicó la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, en la rueda de prensa conjunta con la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Asimismo, Pacheco explicó que la postura de la Junta con respecto a la forma de contabilidad a los niños en las reuniones familiares debe de ser como una persona más con la excepción, tal vez, de los bebés de cochecito y con un límite de seis personas, o en Burgos como está ahora solo con tres.
De continuar la actual tendencia a la baja, la provincia de León también se situaría por debajo de los 400 casos y se quedarían entre los 400 y los 500 Palencia y Valladolid, con más dificultades para rebajar este umbral en Burgos, Zamora y Soria.
Castilla y León anota 429,9 casos por cien mil habitantes a 14 días vista mientras el 11 de noviembre registraba 963, según datos aún no consolidados.
Casado ha recordado que para relajar algunas medidas es necesario que la incidencia baje a 400 contagios por 100.000 habitantes y de 200 en siete días por lo que, aseguró, que las cifras se estudian con detalle «día a día» y destacó que para facilitar la situación sobre todo de la hostelería en cuanto a posibles previsiones de apertura, la Junta «intentará anunciar las zonas donde se relajan las medidas antes de que se apruebe la decisión en el Consejo de Gobierno» del próximo jueves.
«Las farmacias no realizarán pruebas de antígenos de segunda generación en la comunidad»
No obstante, Verónica Casado defendió varias veces en la rueda de prensa para analizar la situación pandémica la «prudencia» en la adopción de decisiones y la no relajación de la prevención en cuanto hay noticias positivas. Insistió en que «una tercera ola sería difícilmente soportable para el sistema sanitario» y sobre todo para los profesionales que están «muy cansados».
La Junta buscará pacientes de riesgo para agotar las 24.000 antigripales que aún quedan
«La campaña de vacunación contra la gripe ha sido un éxito». Así valoraba la directora de Salud Pública de Castilla y León, Carmen Pacheco, la administración de la antigripal dado el gran aumento de cobertura que, por la pandemia, ha tenido este año. Así mientras todos los años sobraban, en este con casi un millón de dosis se han quedado cortas y muchas personas, incluso de la población diana, se han quedado sin su vacuna. Un problema, explicó la responsable Carmen Pacheco, «que ha afectado a toda España» porque los laboratorios no han tenido posibilidad de fabricar más.
Por ello, y cuando quedan 24.000 dosis solo en la comunidad, la Consejería de Sanidad ha decidido hacer una captación activa de las personas de riesgo que no han accedido a ella para tener la oportunidad de vacunarse. Entre los menores de 60 años que han sido inmunizados, un tercio era población sana, según los datos de Salud Pública.
Tras repasar que las pruebas masivas de antígenos a 43.029 burgaleses han permitido detectar 243 casos asintomáticos, más otros 97 pendientes de confirmación; lo que se traduce en una incidencia de 564 personas por cien mil habitantes, indicó que esta semana se realizarán en las localidades salmantinas de Peñaranda de Bracamonte y Guijuelo.
Castilla y León sumó ayer 18 fallecimientos; de ellos, 15 registrados en los hospitales y otros tres en las residencias. Un dato que también comienza a bajar. Además, Sanidad ha notificado 296 nuevos casos positivos, menos de la mitad que la jornada anterior (630) y ninguno diagnosticado el día anterior. Otro dato positivos es el de el número de reproducción que está por debajo de 1.
La consejera volvió a descartar este lunes la posibilidad de hacer test de antígenos de segunda generación en las farmacias; ya que «requiere la toma de una muestra nasofaríngea, que debe hacer personal sanitario entrenado, como el de enfermería».
La vacuna contra la covid se pondrá en las propias residencias y hospitales a 145.000 personas de enero a marzo
niciar la primera fase de vacunación contra la covid en enero y finalizarla en marzo. Esta etapa permitirá administrar las primeras dosis a unas 47.800 personas de centros de mayores y sociosanitarios y a 98.000 trabajadores sanitarios de primera línea y profesionales sociosanitarios de dichas instituciones. Las vacunas sobrantes, hasta 300.000 previstas (se necesitan dos dosis), serán para el siguiente grupo, el de mayores de 80 años. Previsiblemente sean las vacunas del laboratorio Pfizer y, como se realiza con la antigripal, se vacunarán en sus propias residencias, hospitales y centros de salud. Cuando la campaña se traslade a la población general no se descarta habilitar más puntos que los habituales centros de salud; pero es algo que aún está en estudio.
La directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, explicó ayer que este es u n proceso «muy complejo, que requiere una complicada logística porque las características de las vacunas varían en dosis, conservación o distribución». Hay que tener en cuenta que este producto no viaja en monodosis sino que requieren de la toma en jeringuillas de la cantidad adecuada que también varía según la marca.
La estrategia, no obstante, será nacional y vinculada a los protocolos europeos. La Junta espera tener a mediados de diciembre el registro de vacunación interoperable con todo el país (REGVACU).De esta forma se podrá evaluar eficacia, efectos secundarios y cualquier dato relacionado con estos suministros.
Pacheco reconoció ayer la importancia de garantizar la calidad y seguridad de las vacunas, de lograr la confianza de la población pese al acortamiento de tiempos, conocedora de algunas reticencias al respecto.
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