Adiós a Chimenea, el eficaz banderillero vallisoletano
El conocido aficionado de Laguna de Duero, que era el asesor de la Presidencia de la Plaza de Toros de Valladolid, falleció el domingo a los 63 años
Mantuvo su pasión taurina hasta el final. El conocido y querido vecino de Laguna de Duero, Ignacio Hernández Martín, 'Chimenea' como todos le llamaban cariñosamente, colgaba para siempre su capote a los 63 años el pasado domingo 10 de abril. «Se nos ha ido muy pronto», coinciden quienes querían a un hombre «de trato cercano y siempre dispuesto a echar una mano a quien lo necesitara», sobre todo a los aficionados, esa gran familia con la que compartía el tiempo y la ilusión por los festejos. «Generoso y de trato cercano, así era él. Nos prestaba capotes, vestidos o adornos para el trofeo taurino de Laguna», aseguran desde la peña cultural 'El Fregao', con más de 200 miembros.
Ya jubilado, recuerdan con cariño sus amigos cómo compaginó durante tres décadas el andamio con el trabajo de banderillero y pese a que hace varias temporadas tuvo que retirarse por una lesión en la espalda fue siempre un incansable apasionado taurino, sin duda, uno de los aficionados más populares de Laguna de Duero. «Siempre implicado en la elección de los toros, participaba en todo el proceso y era habitual verle en los tentaderos… 'Chimenea' empezó de la nada en las fiestas del pueblo y no se le daba nada mal, tenía mucho estilo», añaden varios de sus allegados.
Quizá por eso, «llegó a ser el ojito derecho de Manzanares padre», del que fue tercer banderillero en la década de los noventa. No fue el único, 'Chiminea' estuvo a las órdenes de numerosos matadores y novilleros, con y sin caballos, de la provincia de Valladolid como Rodolfo Pascual, Conrado Muñoz, Raúl Alonso o Joselillo, quien le recuerda a día de hoy con mucho cariño, estuvo con él desde sus inicios, fue su banderillero durante diez años. «Era un niño cuando empecé con él y hemos estado juntos mucho tiempo, hemos viajado a un montón de sitios, conmigo ha sido una trayectoria larga, nos conocemos de toda la vida», explica el torero, quien lamenta su muerte.
Muy buen criterio
Antes de retirarse de forma definitiva actuó en numerosos concursos de cortes como director de lidia y en los últimos diez años, fue -gracias a sus amplios conocimientos- el asesor artístico de la Plaza de Toros de Valladolid, donde actuaba como consejero de los presidentes de los festejos. «Siempre ha tenido muy buen criterio en su labor. Y como tercer banderillero era un tío muy eficaz, lo sé porque estuvo mucho tiempo en mi cuadrilla», explica el ya retirado torero vallisoletano y actual gerente del Coso vallisoletano, Jorge Manrique.
Vecinos, conocidos, amigos y aficionados del mundo del toro coinciden al describirlo como «una persona campechana, siempre de buen humor, un tío muy cachondo, de estos que da gusto encontrarte», explican quienes conocían a uno de los «grandes defensores de la figura del toreo antiguo». Su muerte les ha pillado por sorpresa, «hace poco le habíamos visto paseando» comenta el alcalde de Laguna de Duero, Román Rodríguez, quien también le recuerda con cariño. «Se nos ha ido una gran persona, que ha dado mucho al mundo del toro, seguramente le hagamos algún homenaje porque se merece un gesto bonito en su recuerdo», comenta el edil.
Tras sentirse indispuesto, hace dos semanas 'Chimenea' había ingresado en un centro hospitalario, pero finalmente no pudo superar la enfermedad que padecía este «hombre afable y cordial, muy querido en todos los sectores del toreo que han recibido con sorpresa y dolor su inesperada muerte», aseguran sus allegados.
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