El IES La Merced pone en marcha una campaña para recoger bicis usadas

Tras una encuesta realizada por el claustro, se percataron de que había más de 60 chavales que no sabían montar en bicicleta. Quisieron ponerle solución, pero para ello, necesitaban hacerse con una importante flota de bicis. Así lanzaron un llamamiento a su comunidad educativa gracias al cual ya han recibido 20 bicicletas. Necesitan muchas más. «Hace años, la bici era el regalo estrella. No había infancia feliz sin bicicleta. Sin embargo, ahora ha pasado a un segundo plano. Eso es porque los jóvenes prefieren otras alternativas de ocio, o porque no tienen trastero para guardarlas, o por motivos económicos… el caso es que muchos nunca han tenido bici y no saben montar», explica Fernando Matesanz, director de La Merced, quien asegura que las familias han acogido con ilusión la propuesta.

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Educando a la carrera

Ya hay 12 profesores colaborando en este proyecto capitaneados por Jesús Gil y Borja Martín, sus impulsores. Entre las acciones que pondrán en marcha está crear un sistema de préstamo. «Funcionaría igual que una biblioteca. Se promovería la inclusión y la equidad al eliminar las barreras económicas, ya que todos los estudiantes tendrían la oportunidad de participar en esta experiencia única», subrayan.

Lo que hace que este proyecto sea tan especial es su enfoque transversal y que se trata de una experiencia educativa integral. «Los alumnos del FP de Mantenimiento Electromecánico se encargarán de su mantenimiento y construirán aparcabicis. Así aprenderán mientras colaboran. Haremos salidas a parques cercanos en la hora de biología o iremos al museo en bici para la clase de historia», añaden sus impulsores. «Es un proyecto a largo plazo, pero lo más inminente es enseñar a aquellos que no saben, a montar en bici. Quedaremos por las tardes en el patio. Ya tenemos varios profesores voluntarios», apuntan.

Ampliar

Han sido varias las empresas e instituciones que han contactado con el centro para contribuir con esta iniciativa. «Todo aquel que lo desee puede traernos su bici o nosotros podemos pasar a recogerla. Tenemos que inventariarlas. La mayoría son de los años 90. Que sean antiguas nos viene bien, porque en algunos casos hay que comprar recambios y éstos son más económicos. Hay mucha gente a la que le cuesta desprenderse de su bicicleta, ya que tienen un vínculo emocional con ella, pero que piensen que nosotros podemos darle una segunda vida con nuestros alumnos» animan.

El que no lo ha dudado ha sido Borja Ronda, un estudiante de 2º de Bachillerato de 17 años, que ha donado una bicicleta que tenía en su pueblo, San Llorente. «Algunos de mis compañeros no han tenido nunca bici y yo quería ayudar con esta causa tan bonita», concluye este joven comprometido.