Huelga de médicos en Valladolid
«Ha venido mi hija de Madrid para ir al cardiólogo para nada, podían haber avisado»Juan García Benito, de 90 años, se ha vuelto de vacío a Rábano tras poner una reclamación al verse afectado por el paro contra el Estatuto Marco sanitario que impulsa el ministerio
La mañana de consulta con el cardiólogo de Juan García Benito, 90 años y alcalde de Rábano, se ha saldado este viernes con el magro ... resultado de volverse a casa sin ver al especialista y con la copia de una reclamación sellada en el bolsillo. «A mí me parece bien que hagan huelga o lo que les parezca oportuno, pero que avisen para evitar perjudicar a los demás», señalaba el veterano edil, histórico del PSOE de Valladolid, en el trayecto de retorno a su casa. Entre Rábano, a la vera del Duratón, y la capital vallisoletana, hay 70 kilómetros por carretera provincial y luego la N-122.
«Ha venido mi hija desde Madrid para traerme a la consulta, porque tengo el carné limitado por la edad, para nada, con una cita que tenía desde hace más de tres meses. Podían habernos avisado», relata el paciente, que esperaba ver al especialista en patologías cardiacas en el Centro de Especialidades de Pilarica. La reclamación con la que ha vuelto a su pueblo no la ha podido poner allí. «Nos ha tocado ir hasta el Hospital Clínico a poner la queja», añade.
Es el testimonio de un paciente afectado por un paro que contaba con autorización y comunicado públicamente, que se regía por la regulación del derecho a la huelga que impide preguntar quién va a ejercerlo y quién no. Salvo en los profesionales designados como 'servicios mínimos', no se puede concretar con antelación quien acudirá a trabajar, en este caso, a consultas, quirófanos o pruebas diagnósticas.
Juan García confía en que la consulta fallida de este viernes se concrete cuanto antes, con la asignación de una nueva cita que no se demore. «Me ven habitualmente el médico y el practicante del pueblo y las pulsaciones me han bajado muchísimo. La semana pasada, que ya sabían ellos que tenía cita con el cardiólogo, me insistieron para que le dijera con urgencia cómo habían caído las pulsaciones, que no se me olvidara hacerlo», comenta el vecino de la localidad de la ribera del Duratón, que precisa que llevaba «todos los papeles» al especialista.
Juan subraya que su situación la han vivido más pacientes que habían acudido al Centro de Especialidades a consulta, en una sala de espera que describe como «llena de gente sin atender», a la que una «enfermera» informaba de que había un paro convocado para los médicos y el facultativo que debía verles se había acogido al derecho laboral de hacer huelga.
«El trastorno, si no avisan, es grande», insiste el nonagenario, que volvía a su casa sin nueva fecha para esa consulta. Un trámite administrativo que, reconoce, podría haberle aportado cierta tranquilidad ante la desazón generada por la cancelación del encuentro con el cardiólogo este viernes.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión