Deseo Blinsen

«Nos gusta la sensación de defender nuestros propios temas ante el público»

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«La música es el arte de combinar horarios», asegura Ismael, guitarra y vocalista de esta banda. Él lo sabe bien. Es capaz de compaginar sus cuatro pasiones: la familia, la docencia, tocar en una banda y poner en palabras los sentimientos e inquietudes que componen sus canciones. Lo suyo con la música viene de lejos. «Los tres empezamos siendo muy jóvenes y hemos tenido distintos grupos. Unas veces juntos y otras por separado. Cuando formamos nuestras familias, tuvimos que dejar las bandas aparcadas y a medida que los niños han ido creciendo y nos han dejado más tiempo libre, nos ha vuelto la ilusión de cuando éramos jóvenes. El mundo de las bandas es cíclico porque a lo largo de la vida pasas por etapas y no siempre te apetece hacer lo mismo. Por eso, cada poco surgen bandas nuevas, mientras otras desaparecen», dice Ismael.

Estos amigos ensayan los martes en un local que han alquilado en Santovenia de Pisuerga y que comparten con otras dos bandas pucelanas, Los sanguíneos y La sombra de pan. Cada bolo para ellos es motivo de ilusión. El último ha sido este fin de semana en El Tío Molonio. Los siguientes serán en Burgos, en Castrillo de los Polvazares y el 18 de mayo en la sala Juglar de Madrid. «Nuestros ensayos son ratos de socialización. Venimos al local, tomamos algo y disfrutamos juntos haciendo lo que más nos gusta», comentan Edu e Ismael.

«La gente escribe sobre lo que siente. Nosotros escribimos sobre lo que vemos, que es principalmente ciencia ficción. Somos un 'black mirror' musical. Nos gusta la sensación de tocar nuestros temas, defenderlos ante el público y sentir que estás conectando con tus compañeros. Eso es magia», afirman los Deseo Blinsen. Por cierto, su nombre proviene de las palabras mágicas que debe pronunciar Elmo, de Barrio Sésamo, para que le sea concedido un deseo por salvar la Navidad.