Valladolid
Los guardianes de las comunicaciones en tiempos de crisisLos 24 radioaficionados de la REMER en Valladolid fueron clave para mantener el contacto entre administraciones durante el apagón del 28 de abril
Cuando el pasado 28 de abril la electricidad y las líneas de telefonía móvil se esfumaron de golpe en todo el país, un grupo de ... voluntarios anónimos estuvo trabajando para asegurar que las comunicaciones más críticas e importantes pudieran llevarse a cabo. Son los integrantes de REMER, la Red Nacional de Radio de Emergencia. Se trata de una red de ámbito estatal alternativa y complementaria a otras redes de comunicaciones utilizadas por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior.
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REMER se estructuró en los años 80, aunque su origen se remonta mucho más atrás. «La idea de establecer comunicaciones con ayuda de radioaficionados en casos de emergencia se remonta a los años 60», explica Francisco Javier Gallardo, coordinador del colectivo en la provincia. «En aquel entonces, los equipos se hacían prácticamente a mano y no eran tan sofisticados como lo son actualmente», añade.
En Valladolid la red está formada por 24 radioaficionados acreditados. En toda España, son unos 3.000. Todos son voluntarios y aportan sus propios vehículos, medios y equipos y se atienen a las normas de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, de la que dependen, a través del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM). «No percibimos ningún beneficio económico. Lo hacemos con nuestros medios y con vocación. El encargado de activarnos es el subdelegado del Gobierno», recuerda Gallardo. «Un ejemplo claro fue el día del apagón, cuando uno de nuestros compañeros radioaficionados llegó a la Subdelegación del Gobierno conduciendo su hormigonera, recién salido de su trabajo, para cumplir con esta labor de servicio a los demás», prosigue.
En cada provincia hay una red REMER autónoma. En concreto la de Valladolid está estructurada en cinco zonas: Valladolid capital, Medina del Campo, Tordesillas, Medina de Rioseco y Peñafiel. El día del apagón, con el Plan Territorial de Protección Civil (Plancal) activado por la Junta en nivel 2, la REMER fue clave para mantener las comunicaciones entre el Centro Coordinador de Emergencias del 112, la Delegación del Gobierno y las distintas subdelegaciones provinciales. «Utilizándoles a ellos como apoyo, conseguimos tener comunicación entre la Delegación Territorial de la Junta y la propia Delegación del Gobierno. Fue un despliegue efectivo y rapidísimo», alaba Pablo Hernández, jefe de Protección Civil de la Delegación del Gobierno en Valladolid.
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Mientras las líneas móviles fallaban, REMER recurrió a sus sistemas autónomos. «Nuestros equipos funcionan con baterías, incluso con la del coche. No dependemos de la red eléctrica», explica Gallardo. Para garantizar la cobertura entre provincias, los voluntarios se desplazaron hasta los puntos más altos de la ciudad, como el cerro de San Cristóbal, desde donde se logró contactar con Ávila, Palencia y otras zonas. «Tuvimos que ubicarnos en lugares estratégicos. A más altura, más distancia cubrimos en ciertas frecuencias», explica este radioaficionado, que ese día por motivos laborales, no pudo participar en el operativo. «A las 12:30h fue el apagón y a las 12:45h ya había voluntarios de REMER prestando apoyo en la subdelegación», informa orgulloso de su equipo. «Aquel día se tomaron decisiones que no estaban protocolizadas, pero que fueron muy acertadas. La red se distribuyó sin apenas instrucciones. Fue todo muy eficaz», dice Pablo Hernández, quien afirma que uno de los momentos de mayor dificultad fue cuando tuvieron conocimiento de que en varios centros de salud de Ávila estaban sin generadores. «Entre la REMER y el Centro Coordinador de Emergencias conseguimos hablar con la subdelegación de Ávila y enviar generadores a esos centros», explican Hernández y Gallardo.
La REMER no solo actúa en apagones o emergencias graves. También apoyan en grandes eventos y concentraciones como Motauros, Pingüinos o en actos institucionales. «Nuestro objetivo es que no se pierda nunca la conexión entre quienes deben protegernos. Lo que intentamos es asegurar las comunicaciones básicas en momentos críticos. Cuando nos activan es porque ocurre algo muy serio», indica la cabeza visible de los radioaficionados, quien lleva prestando servicio en la REMER desde 2007 y desde 2020 como coordinador. «A nivel personal, llevar a cabo este cometido es una satisfacción muy grande. Necesitaríamos más gente. Ahora mismo somos 24 con una media de edad de unos 50 años y todo el que quiera formar parte de este equipo será bienvenido. La radio es un medio que ha caído mucho en desuso debido al auge de la telefonía móvil. Ser radioaficionado requiere de mucha burocracia, pero todo merece la pena, porque es precioso. Siempre estamos preparados con las baterías cargadas y los equipos dispuestos por si se requiere de nuestra ayuda. En España ha aumentado el número de licencias, pero no de forma tan considerable como en Estados Unidos», expone Gallardo.
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Reconocimiento oficial
Ese esfuerzo de los miembros de REMER no ha pasado desapercibido. El pasado 24 de junio, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, presidió la entrega de diplomas de reconocimiento a tres de estos radioaficionados por su compromiso y colaboración desinteresada. Los homenajeados fueron Miguel Ángel Santamaría y Alberto Martínez, ambos con 30 años de servicio, y Víctor Sanz, que lleva 4 años en activo.
Durante el acto, Canales agradeció especialmente la labor del colectivo el día del apagón, al poner todos sus recursos en Valladolid, al servicio del Gobierno de España. «Ese día, los voluntarios de la REMER se movilizaron y funcionaron, con responsabilidad, compromiso y dedicación, ante una situación tan excepcional. En la Delegación territorial, en el Cerro San Cristóbal, en el Centro Coordinador de Emergencias o la Delegación del Gobierno, la REMER de Valladolid dio el do de pecho, facilitando las comunicaciones en los momentos más complicados del apagón», subrayó.
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