Valladolid

El gran reto de la Marcha Asprona: una vivienda digna «para cuando la familia ya no esté»

«Las cuestiones educativas o de empleo, aunque siempre se pueden mejorar, están cubiertas. Pero la vivienda es la mayor preocupación de las personas con discapacidad intelectual y sus familias». El progresivo envejecimiento de los cuidadores (casi siempre los padres) hace que aumente el número de personas que no pueden seguir viviendo en el mismo hogar en el que se criaron.

«Casi siempre se alarga la situación lo máximo posible. Madres que, con 80 años, cuidan todavía al hijo con discapacidad intelectual». Pero hay momentos en los que la situación se vuelve insostenible. De ahí, el programa de espacios residenciales que maneja Fundación Personas en Valladolid: residencias y pisos donde viven, con diferentes niveles de apoyo, las personas con discapacidad intelectual que no pueden vivir con sus familias más.

Para apoyar esta red residencial y financiar la adaptación y acondicionamiento de dos viviendas, cientos de vallisoletanos caminarán este sábado 10 de mayo en la edición número 48 de la Marcha Asprona. La caminata de veinte kilómetros partirá a las 9:30 horas de la plaza del Milenio y, después de llegar al Valle de los Seis Sentidos (a la entrada de Renedo), regresará para un fin de fiesta en el campus de la Facultad de Económicas.

La ruta es la misma que el año pasado y las inscripciones pueden hacerse ya en las casetas instaladas en la calle Santiago y la plaza Juan de Austria, así como en los nuevos emplazamientos de los espacios jóvenes (norte y sur) y el CDO Covaresa. También es posible apuntarse, el mismo día de la marcha, desde las 8:30 horas, en la plaza del Milenio.

Esta caminata, explican desde Fundación Personas, es su mejor escaparate para «ganar visibilildad, para que la sociedad conozca en aquello en lo que trabajamos durante el resto del año», explica Del Olmo. «Es, sin duda, una forma de que Valladolid conozca mejor nuestro trabajo». Y una línea clave de ese trabajo pasa por estas soluciones residenciales, que asiste a 250 personas con discapacidad intelectual en Valladolid.

Hay residencias donde se alojan las personas con mayores necesidades de apoyo en Viana de Cega (64 plazas), Laguna (24), Medina del Campo o el Camino del Obregón. Hay pisos en Nava del Rey, Peñafiel, Villalón… y 17 en la capital. En zonas como la calle Tudela, la plaza de los Arces o Teresa Gil. Son viviendas (de hasta ocho plazas) donde residen personas que requieren diversos tipos de apoyo. Pero, en todos los casos, hay que hacer obras en las viviendas. Adaptarlas para las necesidades especiales que tienen sus ocupantes. «La reforma más habitual es quitar la bañera para poner platos de ducha, pero también hay que tirar paredes en algunos casos, porque se requieren pasillos más anchos o salas de estar con más superficie», indican desde Fundación Personas.

En estos pisos se alojan personas con discapacidad intelectual que deben iniciar una vida autónoma después de que sus padres ya no los puedan atender (casi siempre porque han fallecido o envejecido) o porque no hay hermanos ni familiares cercanos que puedan acompañarlos. Para estas situaciones, para evitar que se queden solos, han nacido estos pisos, con personal de apoyo en función de las necesidades específicas. Los hay que requieren acompañamiento nocturno y otros que apenas necesitan una guía para el mantenimiento del hogar, el reparto de tareas o gestiones cotidianas, como hacer la compra. El objetivo es lograr el mayor grado de autonomía para unas personas que en muchos casos trabajan y tienen en estos pisos la vivienda donde acuden al terminar su jornada laboral.

Más de 3.000 personas han realizado ya la inscripción para la Marcha Asprona, en la que los andarines consiguen patrocinadores que financien con su apoyo los kilómetros recorridos. Y ese dinero, este año, ayudará a acondicionar dos de estas viviendas en Valladolid.