Valladolid

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La escultura que ahora preside este enclave del jardín histórico es una réplica realizada por el escultor vallisoletano Andrés Coello. Fue inaugurada en julio de 2010, después de que la original perdiera su brazo izquierdo dos años antes a causa de la oxidación. La auténtica fue restaurada en ese mismo proceso y ahora está instalada el Archivo Municipal de San Agustín. El edil avanza que aún no saben el origen de un problema que es interno y que impide una inspección a fondo con la figura montada. Así que antes de final de año una grúa procederá a bajarla de su peana para poder revisar el sistema de tuberías que llevan el agua al clarín con el que esa divinidad alada de griegos y romanos se encargaba de «extender los rumores y hechos de los hombres sin importarle la credibilidad de los mismos», según recogen diferentes escritos.

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La original, que ahora descansa a resguardo en el Archivo después de 126 años de servicio, se inauguró el 11 de noviembre de 1883 para conmemorar el tercer aniversario de la muerte del alcalde Miguel Íscar. Proyecto del arquitecto Antonio Iturralde para honrar la memoria del regidor, la figura es obra del escultor Mariano Chicote Recio y se fundió en los talleres López y Cía. Tras 126 años en pie, en agosto de 2009 el Ayuntamiento procedió a retirarla para que pasara por quirófano y descansara tras un siglo y cuarto a la intemperie soportando los rigores climatológicos.

Casi tres lustros ha permanecido sin dar problemas su sustituta, una figura idéntica, aunque de 750 kilos de peso frente a los 3.700 de la original. Un convenio firmado entre el Ayuntamiento de Valladolid y Caja Burgos para la puesta al día de varios espacios del Campo Grande y para su promoción permitió recuperar el surtidor, el más espectacular de la céntrica zona verde. Un presupuesto de 330.000 euros y más de nueve meses de trabajo fueron necesarios para realizar el doble trabajo de rehabilitación de la figura original y la creación de la réplica.

Fue el escultor Andrés Coello el cirujano encargado de ambas piezas. Los trabajos de fundición de la nueva estatua se llevaron a cabo en los talleres Caresa tras efectuar la soldadura de las partes que la componen, y rellenar, con anterioridad, el molde con bronce fundido. En la original, además de fijar el brazo que se había desprendido, se procedió a cubrirla con pintura antioxidante y una capa de grafito para su mejor conservación.

La intervención permitió también atajar el mal estado tanto del pebetero que soporta la estatua, en piedra caliza de Campaspero, como en los restantes elementos del conjunto del estanque. Además, se mejoraron los sistemas hidráulicos del surtidor con la instalación de una nueva bomba para un caudal de 198.000 litros por hora y la puesta en marcha de varios juegos ornamentales de agua. También se modernizó su sistema de iluminación.