Formas impecables como antídoto a los tiempos de polarización

Frente a su nuevo despacho, heredado del anterior regidor, Carnero no tendrá el cuadro de Puente. O no aún. Se mantienen en puestos de privilegio los dos anteriores, Javier León de la Riva y Tomás Rodríguez Bolaños.

Los invitados no los vieron. Ocuparon el salón de recepciones, para seguirlo todo por la tele, con otros cuantos familiares en el gallinero del Salón de Plenos, inundado de autoridades y concejales salientes y entrantes. La prensa, en una sala atiborrada pero con ventanales abiertos. Hacía mucho calor. La climatización es una de esas cosas que se quieren arreglar en el edificio. Otra más complicada de subsanar es la ausencia de espacios. PP y Vox, hoy socios, compartían pared con sus cartelones, los que daban acceso a sus grupos municipales. El de Ciudadanos aún mantenía el letrero, que pasará a mejor vida. Solo habrá cuatro grupos esta vez y a Toma la Palabra, ahora, le queda grande el salón anexo al plenario.

Los concejales de Vox, el diputado Pablo Sáez y otros militantes se citaron con tiempo para un café antes de la foto de grupo de los ediles. Allí confirmaban que a Mariano Veganzones, consejero de Industria, le acompañaría JuanGarcía-Gallardo, vicepresidente de la Junta, exultante. Y se les sumó en el Salón de Plenos Jesús Enríquez, que en su día fue concejal con Javier León de la Riva y el PP. Ayer su ex alcalde estaba presente, pero Enríquez, que miraba con añoranza al interior, pertenece ahora a Vox, con quien trabaja en la Junta.

En una fila de ex ediles se encontraban los tres salientes de VTLP junto a Antonio Martínez Bermejo y Carlos Paramio, del PP. Mayte Martínez fue concejal, pero cuando el PP pasó a la oposición, y ahora retorna para ocupar, se supone, la Concejalía de Deportes.

El trámite es pesadito. Lento. «Del siglo XIX», decía alguien. Hasta que llegan los discursos pasa una hora de leer artículos, nombrar concejales, «juro» y demás. En esa languidez burocrática, sin embargo, hay quien tiene que tragarse un nudito en la garganta.Les pasó a Víctor Martín, de Vox, acompañado por su madre en este lance, y a José Ignacio Zarandona (PP). Las últimas en jurar su cargo de concejal fueron las dos ediles que presidieron la primera parte de la sesión, las componentes de la mesa de edad. La más mayor, Rafi Romero (PSOE), y la más joven, Carolina del Bosque (PP).

A los salientes les esperaban, a la entrada del Ayuntamiento, unos cuantos fieles que quisieron agradecer su trabajo con aplausos. Tanto a Rocío Anguita, cuando llegó, como a Óscar Puente, entre otros. A su lado, en un laberinto de vallados de seguridad y vallados del pádel, iban accediendo todos los invitados por la calle Manzana.

Diputados de PP, PSOE y Vox, los rectores de la UVA y la UEMC, la presidenta de laCEOE, Ángela de Miguel, el presidente de la Cámara de Comercio,Víctor Caramazana, la superintentente jefa de la Policía Municipal,Julia González, y el nuevo intendente, JuanGonzález Becerra. Una larga fila de autoridades y casi cien personas en el Salón de Plenos. El relevo, con todo lo que tiene de acto simbólico, incluyó un abrazo entre Óscar Puente y Jesús Julio Carnero, un saludo afectuoso entre Irene Carval y Óscar Puente, el respetuoso saludo de los tres ex ediles de Toma la Palabra a Irene Carvajal, ya en la Plaza Mayor. «Las formas son importantes», decía Carnero para justificar que no haga público su organigrama hasta el lunes, ya con el bastón de mando. Y las formas, en una jornada histórica que se repite cada cuatro años, fueron impecables.