La Feria de Valladolid quiere iniciar su remodelación en verano

El Ayuntamiento de Valladolid y la Feria rubricaron el primero de los convenios de préstamo que permitirán a la institución ferial acometer su esperada remodelación y modernización. Un millón de euros que se comprometieron en su día y que suponen poco menos de un tercio, aproximadamente, de los 3,5 millones que costará la obra de reforma de la Feria, impuestos incluidos.

Ocurre, sin embargo, que la licitación del proyecto no puede realizarse hasta que no se tengan los fondos transferidos, puesto que la Feria, a pesar de estar regida por un consorcio formado por Ayuntamiento, Diputación, Junta y Cámara de Comercio, sigue el procedimiento de contratación de los organismos públicos. Así, Alberto Alonso, director de la Feria de Valladolid, confirmó que en breve rubricarán un convenio similar con la Diputación y aclaró que la Junta tardará un poco más porque hasta enero no ha dispuesto de la prórroga presupuestaria que permitiera formalizar el compromiso -sin presupuesto- que se había pactado en su día. «El de Diputación estamos pendientes del mero trámite de buscar día y hora para la firma y el compromiso de la Junta es el de redactar el convenio lo antes posible para poder abordar la obra en el periodo de menor actividad, entre junio, julio y agosto. Tendremos que correr un poco, pero sigue siendo nuestro objetivo», explicó.

No hay dudas, porque así se lo ha hecho saber la Dirección General de Comercio a la Feria de Valladolid, de que se va a rubricar el convenio y la Junta va a aportar las cantidades necesarias, y eso permitirá comenzar por fin con un proceso que debería desembocar en el inicio de las obras durante los meses de verano, cuando la actividad del recinto ferial es menor. «Vamos a licitar el proyecto y dirección de la obra en los próximos días. Una vez adjudicado licitaremos los diferentes lotes para ejecutarla lo antes posible», anunciaba Alonso.

En todo caso, si dada la premura de tiempo no dieran abasto los plazos para culminar toda la reforma en una sola fase, se estudiaría la posibilidad de acometer lo más urgente y postergar la ejecución de lo restante a una segunda fase.

Víctor Caramazana, presidente de la Cámara de Comercio, volvió a recalcar que el turismo de congresos «es fundamental», razón por la que la reforma de la Feria es urgente para que Valladolid sea «un referente nacional en este negocio». «Este año vamos a tener tres ferias nuevas. E febrero hay dos, Agrovid y FINE, que va a ser la primera de enoturismo en Europa y tenemos unas expectativas altas en ella».

La remodelación de la Feria, según anunció el año pasado el propio Alberto Alonso, se centrará en los pabellones 1 y 2, que se quieren adecuar a la celebración de congresos más grandes, conciertos musicales y otras actividades. También, en el caso del pabellón 2, se colocará un sistema de cortinas acústicas que permitirá delimitar el recinto hasta en cuatro espacios independientes. La idea es que se puedan celebrar eventos distintos de forma simultánea. La modularidad, en este tipo de espacios, es esencial para que se pueda acoger una mayor variedad de ferias y actos. También se añadirán aseos a los pabellones 1 y 3 y se remodelarán los del pabellón 2, de los que el alcalde, Óscar Puente, señalaba recientemente que tienen «cuarenta años» y no están en las condiciones necesarias.

Alberto Alonso recordó que la fórmula por la que las instituciones que forman parte del consorcio de la Feria van a aportar su dinero es la del «préstamo participativo». «Las administraciones nos adelantan un dinero para hacer la obra y nosotros lo tenemos que devolver en un plazo de tiempo que se ajusta a nuestra dinámica de negocio y no va a suponer un lastre adicional», aclaró.