
Valladolid
La empleada de Deutsche Bank se desvincula de la trama de estafas del cerebro del crimen de la CircularSecciones
Servicios
Destacamos
Valladolid
La empleada de Deutsche Bank se desvincula de la trama de estafas del cerebro del crimen de la Circular«No conocía a Rubén de nada. Vino a la oficina y dijo que necesitaba financiación». La empleada de Deutsche Bank acusada en la trama ... de préstamos fraudulentos para la realización de supuestos tratamientos bucodentales, que se enfrenta a cinco años de prisión, se ha desvinculado de Rubén Alonso, el ideólogo del crimen de La Circular, uien en la vista del pasado lunes reconoció su implicación en los hechos como cabecilla de la banda al pactar tres años y medio de cárcel. Una condena que se suma a los 11 años y medio que ya cumple como ideólogo del crimen de La Circular y a una segunda pena privativa de libertad por robos que eleva su estancia en prisión a 22 años.
A preguntas de la fiscal del caso y del magistrado, Carmen C. P., la gestora de Deutsche Bank que tramitó las solicitudes de financiación a los supuestos clientes de la cínica dental de Alonso, ha defendido su inocencia. La encausada, que cuando comenzó la trama acababa de aterrizar en la entidad con un contrato «junior y de prueba», ha aseverado que no era ella quien tenía la «obligación» de revisar la documentación ligada a los préstamos, sino que su papel último era recabarla.
«Eran la directora e interventor quienes revisaban la documentación. Una vez aprobado subía a riesgos y de vuelta, para imprimir la póliza, era necesaria una segunda validación de la directora», ha detallado sobre el procedimiento, asegurando además desconocer que la documentación fuera falsa. Así lo confirmaban también en la vista del pasado martes tanto la directora de la entidad, como otras dos gestoras, quienes exculparon a la empleada y argumentaron que en aquel momento no tenían las herramientas necesarias para comprobar que la documentación aportada pudiera ser falsa.
Sobre la conversación de Whatsapp localizada durante el volcado del teléfono de Rubén Alonso en el marco de otra investigación que supuso el inicio de las diligencias, la acusada ha asegurado que intecambió mensajes con él a instancias de su directora, quien le pidió que les requiriera pagar las cuotas dado que todos los préstamos estaban cayendo en mora.
Sobre los indicios señalados por los agentes a cargo de la investigación durante la testifical del día anterior, en la que sostuvieron que le daba indicaciones a Rubén sobre cómo proceder con los impagos - que estaban siendo abonados irregularmente por personas distintas al titular de la póliza -, ha señalado también que fue la directora quien tampoco puso objeciones en que los hicieran terceras personas.
«Yo intercambiaba mensajes de Whatsapps con él con el objetvo de recuperar la mora», ha declarado, subrayando que en una ocasión hubo una incidencia cuando uno de los prestatarios acudió a pagar su cuota y la de otra persona. Sobre aquello pidió explicaciones a Rubén, quien le dijo que eran «compañeros de trabajo» y que por los turnos había acudido a pagar la de ambos. Una información que trasladó a la directora, quien le indicó que «aunque fueran conocidos» pagaran los adeudos.
Durante la vista también ha comparecido Darwin R. B., el único de los solicitantes de los préstamos que ha rehusado alcanzar un acuerdo, continuando en un procedimiento en el que se enfrenta a una petición de dos años y medio por parte de la Fiscalía, además de a una indemnizacion de 18.000 euros solicitada por Deutsche Bank. A su nombre consta la titularidad de un préstamo de 17.781 euros concertado con la financiera alemana en noviembre de 2016 para un tratamiento en la clínica Rubaldent, y que según ha declarado, firmó creyendo que se trataba de un contrato de trabajo.
«Rubén primero me comentó algo de un préstamo y le dije que no, que yo quería encotrar trabajo. Me dijo que me daba un puesto en mantenimiento para una empresa de logística», ha declarado sobre una oferta laboral que le fue planteada tras conocer al empresario dental «en un bar de Pajarillos», de la que llegó a firmar el contrato y «otros papeles» que desconocía en la oficina de Deutsche Bank. «Me enteré después que estaba en un banco, pensé que era su clínica», ha defendido a preguntas de la Fiscalía, asegurando que él no recibió «ningún dinero».
Darwin R. B.
Acusado
Una versión de los hechos que el letrado de la acusación de Deutsche Bank ha caliifcado de «historia rocambolesca», poniendo en duda que pudiera haber confundido la entidad con una clínica dental, dada la apariencia de la oficina, el anglicismo bank y que la firma del préstamo debió constatarse ante un notario. «El nombre era alemán y nunca imaginé que era un banco», ha mantenido, señalando que al entrar lo estaban «esperando» en un primer habitáculo sin llegar a entrar completamente en la oficina y que posteriormente no acudió a ningún notario.
Ante el letrado defensor se ha reafirmado en la creencia de que se trataba únicamente de un contrato de trabajo, detallando que no llegó a trabajar en la empresa ni a tener nóminas, pese a la documentación que consta en la póliza del préstamo solicitado a su nombre, entre ellas tres nóminas de la mercantil «control y logística de aparcamientos». Una de estas nóminas también fue utilizada para la solicitud de otro préstamo personal en Cofidis de 599 euros, que también ha negado haber solicitado y por el que la financiera no ha solicitado ninguna indemnización.
El juicio ha quedado vista para sentencia, en la que los magistrados decidirán sobre la nulidad de la causa en la que se ha reiterado de la defensa de la encausada durante las conclusiones finales, en la que también ha solicitado la «absolución total» para su representada. «No hemos escuchado indicios sino afirmaciones de inocencia», ha alegado el defensor, en alusión a la declaración exculpatoria de la propia encausada, la directora, otras dos empleadas y el «propio banco», que no ejerce acusación contra ella y que la indemnizó tras el despido, tachando de «meras deducciones» los indicios de los investigadores.
Indicios que si considera probados la acusadora pública, que se ha reiterado en las penas solicitadas inicialmente, entre ellas cinco años para la empleada de la financiera, a excepción de lo pactado con los otros doce encausados. La fiscal considerar que «existe un ánimo de lucro y operaciones reiteradas» que no considera que se deban a un «error». Y si bien ha reconocido que «solo recababa la documentación» y que las trabajadoras del banco han verificado su declaración, ha señalado la existencia de «elementos falsarios» y una «concurrencia temporal» entre Rubén y Carmen«, en fechas »muy concretas«. La fiscal ha rechazado también la nulidad de la causa, alegando la existencia de un oficio posterior al volcado que incorporaba esas diligencias, iniciadas en otro procedimiento, a la presente causa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.