Elián, juzgado por intento de asesinato: «Mis mejores amigos, todos latinos, están en Villanubla»

Durante su interrogatorio por parte de la fiscal, ha relatado que la noche de autos estaba bajo los efectos de las drogas y que solo quería asustar al novio de su progenitora, a quien no soportaba, para que se marchara de casa, pero que no quería matarle. «Nunca me gustó ni acepté que estuviera con mi madre por su cultura, no quiero decir que todos los marroquíes traten mal a las mujeres, pero...». Dijo no recordar si lo que cogió de la cocina era un cuchillo o un tenedor y que no se acordaba de la agresión que protagonizó. Las forenses disiparon la duda de inmediato: las heridas que presentaba la víctima -una de ellas, la del abdomen, gravísima- eran incompatibles con otra cosa que no fuera un arma blanca. Para las acusaciones, Elián es responsable de intento de asesinato.

En concreto, para la fiscal, es un caso de alevosía sorpresiva: el novio de su madre no podía esperar el ataque ni tuvo opción alguna de defenderse. Pide que se le imponga una pena de 10 años (rebaja la petición inicial de 12 años porque contempla la circunstancia atenuante de drogadicción). La acusación particular ha mantenido sus conclusiones iniciales y ha pedido durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia en esta jornada, una pena de 14 años de prisión.

Con un historial de expedientes de más de 400 folios acumulados por la Fiscalía de Menores desde que llegó a España en 2014 procedente de su Argentina natal, ha saltado de correccional en correccional, apenas sin escolarizar, sin trabajar y consumiendo drogas. Estaba cumpliendo una medida cuando esa noche se encaró por el pasillo con Toufik H. F., que entonces contaba 29 años, le provocó y tiró de cuchillo, acorralándole en el minúsculo cuarto de baño entre la pared y el inodoro. Solo la intervención de la madre, que acudió cuando la víctima gritó su nombre, impidió que le rematara, sostienen las acusaciones.

La víctima, con varias cuchilladas en la mandíbula, el hombro y una de ellas, la más grave, en el abdomen, consiguió huir dejando un rastro de sangre del domicilio de Huerta del Rey. Encogido por la herida del vientre, tratando de caminar por el puente Adolfo Suárez y que le parara algún vehículo, fue asistido por una mujer, quien, superando el miedo inicial, le ayudó a taponar la herida y con él, esperó en un banco a que llegaran los servicios de emergencia. «Si no hubiera sido asistido de inmediato e intervenido quirúrgicamente después, no la habría contado. Hubo una clara intención de matar y que el acusado fuera consumidor de drogas y tenga un trastorno asocial no implica que no supiera lo que iba a hacer, lo hizo y sin importarle las consecuencias», apostilló la representante del ministerio público durante la exposición de sus conclusiones finales. Elián, convencido por su madre, se entregó tres días después a la Policía.