La Casa del Príncipe de Valladolid en la que pernoctó una reina
Ubicado en el número 11 de la Acera de Recoletos, esquina con la calle Colmenares, este edificio comenzó a construirse en 1906
Realizada por el arquitecto palentino Jerónimo Arroyo López -responsable también de la ampliación del edificio de la Electra Popular Vallisoletana, de la que llegó ... a ser presidente, y del Palacio de Correos y Telégrafos de Valladolid, entre otros-, la Casa del Príncipe comenzó a construirse en 1906. Considerado uno de los mejores edificios modernistas de España, se encuentra ubicado en el número 11 de la Acera de Recoletos, esquina con la calle Colmenares. En ella se hospedó la noche del 7 al 8 de noviembre de 1918 la reina María Cristina en su visita a Valladolid. Su nieto Alfonso de Borbón-Dos Sicilias y Borbón -hijo de la princesa de Asturias, María de las Mercedes, y de Carlos de Borbón-Dos Sicilias- residió en el piso principal de este edificio durante los años que estuvo en la Academia de Caballería de Valladolid. Ingresó en 1918 y se graduó en 1921. La reina llegó aquella noche a la ciudad en tren, procedente de San Sebastián, y pernoctó en la residencia habilitada para el infante.
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Mandada edificar por el industrial vallisoletano Eladio Fernández Delgado de Laza, propietario de la fábrica de tejidos Laza, dueño del solar, quien deseaba un edificio destinado a casa de alquiler y a locales comerciales, su construcción comenzó en 1906 y terminó en 1908. El edificio ocupa los 625 metros cuadrados del solar y tiene una fachada de 17 metros que mira a la actual Acera de Recoletos (entonces Avenida Alfonso XIII) y otra de 35, que da a la calle Colmenares. En 1931 la propiedad era de Gonzalo Calvo de Ubierna.
Comparado con el Palacio Longoria de Madrid, el Casino Mercantil de Zaragoza o el Edificio Telegrama del Rif de Melilla, entre otros, este edificio es el máximo exponente del Art Nouveau vallisoletano. Su fachada es su parte más representativa: ventanas circulares, arcos rebajados en la planta inferior, profusa decoración vegetal en torno a los vanos, miradores y forjados... El arquitecto Jerónimo Arroyo muestra en ella sus influencias de la escuela modernista catalana. Organizado en torno a un gran patio interior, el portal se muestra en esquina. Su parte más característica es el torreón cilíndrico culminado en una cúpula blanca apuntada con cinco miradores decorados, columnas y elementos vegetales. Precisamente, la madrugada del 24 de junio de 1995 un rayo la partió en dos mitades el remate ornamental de la cúpula, durante la espectacular tormenta de agua y aparato eléctrico que cayó sobre la ciudad.
El resto de la fachada está construida en ladrillo, hormigón armado y hierro. Se organiza mediante la apilación de balcones y miradores. Los balcones pertenecientes a distintas alturas se componen de manera muy distinta entre sí. Dos vecinos por planta -cinco alturas- residen en este edificio, considerado uno de los más valiosos de Valladolid por el uso del metal, el vidrio y los adornos que acompañan su estética.
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