El detenido en Valladolid por la trifulca del 29 de Octubre es un joven de 19 años con antecedentes por robo
El sospechoso de golpear a una cajera y a un cliente de un supermercado amenazó a los agentes con «escupirles a la cara» antes de ser reducido
Las calles de la barriada del 29 de Octubre volvieron a ser el escenario a última hora de la tarde del jueves de una multitudinaria trifulca protagonizada por decenas de vecinos y que obligó a intervenir a prácticamente todas las patrullas disponibles de policía Local y Nacional, algo insólito en pleno estado de alarma y de confinamiento domiciliario. El caso es que al filo de las nueve de la noche (quince minutos antes del cierre) se produjo un altercado inicial en el supermercado Gadis de la calle Cigüeña, próximo al grupo de viviendas de Pajarillos, donde una pareja tuvo un encontronazo con una cajera y uno de ellos, al parecer, llegó a golpearla a ella y a un cliente. Después huyeron hacia el polígono del 29 de Octubre, en el núcleo próximo al túnel de Vadillos.
Una patrulla llegó instantes después a tiempo de localizar a los sospechosos, gracias a la descripción facilitada por las víctimas, en el entorno de la calle Águila, ya en plena barriada, donde solo el varón, un joven de tan solo 19 años, F. P. G., pudo ser identificado y los agentes intentaron proceder a su detención por la agresión (un delito, en principio, de lesiones). Pero el sospechoso no solo se resistió sino que hizo caso omiso a las indicaciones de los policías e, incluso, amenazó con «escupirles» cuando estos le tenían contra la pared intentando mantener la distancia de seguridad. «A que os escupo a la cara», soltó el sospechoso antes de intentar propinar un cabezazo a un agente y de comenzar a proferir todo tipo de amenazas. Su acompañante, una mujer, entre tanto, logró huir entrando a un portal próximo y fue cobijada por un vecino (se cree que no se trataba de su domicilio).
La disputa fue subiendo de tono e hizo que decenas de vecinos, al igual que ocurriera el pasado lunes por la noche, volvieran a desafiar la situación de alarma y a los policías saliendo a las calles entre insultos y amenazas. El encontronazo obligó a los funcionarios a solicitar refuerzos y en la estrecha calle Águila, que une Villabáñez y Faisán, acabaron concentrándose en torno a una decena de patrullas tanto de la policía Local como Nacional.
De compras en pareja
La trifulca se saldó con la detención del sospechoso de la agresión, F. P. G., al que se le acusa no solo de golpear a la cajera y a un cliente sino también de resistencia y desobediencia. Su acompañante, una mujer, está siendo buscada y será investigada por estos hechos. Ambos, además, pueden ser multados por incumplir las normas del estado de alarma al haber acudido en pareja a hacer la compra en el citado Gadis.
Su acompañante, una mujer, logró huir al refugiarse en una vivienda de la barriada
El momento álgido de la pelea llegó pasadas las nueve de la noche, cuando los agentes habían tomado ya literalmente la manzana completa de la barriada, situada entre las calle Salud, Faisán, Cigüeña y Villabáñez, donde los policías acabaron corriendo detrás de los vecinos que se encontraban por las calles al grito de «todos a casa». Algunos residentes, eso sí, se sumaron a los gritos desde sus ventanas para conminarles a todos a entrar a sus domicilios. Pero ni por esas. Los intervinientes, muchos con la defensas (porras) de la mano, tuvieron que recurrir a los megáfonos para insistir: «¡Vamos a ver, que todo el mundo se meta en sus casas!».
El joven detenido, F. P. G., ya fue arrestado hace justo un año, recién cumplida la mayoría de edad, por desvalijar un bar de Valdestillas y robar un turismo.
«Cantando y bailando»
El incidente se produjo tan solo tres días después del ocurrido el lunes en el mismo escenario, en la plazoleta de la calle Canario, perpendicular a Águila, donde una patrulla se topó con un centenar de personas concentradas en la vía pública «cantando y bailando». Un bueno número de patrullas, dado el número de infractores, tuvieron que acudir también esa noche a la barriada para obligar a los congregados a dispersarse y regresar a sus casas.
El alcalde, Óscar Puente, ya anunció el mismo jueves, antes de la trifulca, y lo reiteró ayer, que había dado orden a los agentes de que fueran implacables a la hora de sancionar a los infractores que incumplan la orden de confinamiento en la barriada del 29 de Octubre. La multa mínima por este motivo es de 1.500 euros.
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