Valladolid

El desmontaje de la vía de Ariza está al 60% y ya se asoma al paso elevado de la VA-30

La vía de Ariza ha empezado a desmontarse por los dos extremos. Desde la conexión con la playa de vías de la estación Campo Grande y desde la salida de Renault. Un montón de raíles y traviesas de hormigón esperan a que las máquinas las vayan cargando y sacando de la zona, en un trabajo lento que, sin embargo, ha alcanzado ya «el 60%», según fuentes de Adif. Los trabajos, ahora, se han concentrado en el entorno de la estación de la Esperanza, pero ya se asoman a las vías que aún aparecen en el paso elevado sobre la ronda exterior. Desde ahí se observa la línea recta que hacen, visualmente, los pilares del futuro viaducto.

En los primeros días de agosto se comenzará a desmontar la catenaria, dentro de un procedimiento que cumple escrupulosamente con los planes de retirada, paso a paso, de una infraestructura tan compleja como la vía de un tren. También se moverán algunos de los aparatos que se pueden reutilizar, así como los materiales que se podrán usar en el complejo de San Isidro, como balasto y carriles.

Mientras esto sucede, hay que destacar que la obra de la Variante Este de mercancías nunca se ha paralizado. El tajo completo incluía el propio túnel de San Cristóbal, el enganche de las vías de Renault, la estación intermodal… Y no estará finiquitado hasta que en una última fase se instalen en el páramo de San Isidro las instalaciones de Redalsa, que ahora ocupan una enorme parcela en el polígono de Argales y que en el futuro albergará viviendas. Para tener una idea de las dimensiones de esas instalaciones basta con situarse sobre el paso elevado de la avenida de Zamora. A un lado pueden verse las vías que alcanzan el lecho ferroviario principal rumbo a la estación. Un enorme triángulo de 550 metros en su lado más largo y de unos 77.000 metros cuadrados, según la información del Catastro. Al otro lado, conectada bajo el viaducto, otra gran parcela que, sin embargo, se divide en dos solares diferentes. Uno de ellos, alargado y paralelo a las vías, tiene casi 60.000 metros cuadrados. El otro, anexo hacia el interior del polígono, es aún más grande. Suma otros 110.000 metros al conjunto. En total suponen 247.041 metros cuadrados. Río Shopping, por comparar, tiene 100.700 metros cuadrados de superficie.

Hace tiempo que el viaducto de los Tramposos espera su remate. Su última fase se remató hace ya cuatro años, después de un largo periodo de parálisis. Es, sin duda, la gran obra presente y, sin embargo, siempre pendiente. Es un proyecto ambicioso, con 37 pilares de hormigón que sostienen las futuras vías de mercancías durante un trazado de casi 1,2 kilómetros (1.180 metros). En 2011 se detuvo todo por falta de fondos. Después se reanudó. Y en 2021 volvió a quedarse en 'standby'. De los 1.180 metros de trazado quedan por cubrir en torno a 400 metros. No se podía continuar hasta que la vía de Ariza dejara de funcionar. Y eso sucedió el 12 de mayo.

«Se va a ejecutar mediante el sistema de empuje y con tablero metálico», explican desde Adif, porque las distancias entre los pilares son mucho mayores de lo que ocurre en el resto del trazado del paso, dado que hay que salvar los accesos y salidas de la ronda exterior y los cuatro carriles de la carretera N-601. Eso hace que entre los pilares haya distancias por encima de los cincuenta metros. El montaje, de algún modo, ya ha comenzado. Porque antes de hacer nada es preciso acondicionar el lugar en el que se colocará lo que se llama «parque de empuje».

El ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguraba en septiembre de 2024 que en 2025 comenzaría a operar el tramo Renault-San Isidro, con lo que «una cuarta parte de las mercancías que actualmente circulan por el centro» dejarían de hacerlo. A continuación, fijó el año 2026 como el momento en que la Variante Este se completaría, con lo que «todas las mercancías ferroviarias dejarán de pasar por el centro». Señalaba que las obras de la plataforma de la Variante, que tiene una longitud total de 17,5 kilómetros, estaban ya ejecutadas «en un 92%», pero al mismo tiempo se estaban ejecutando las subestaciones y otros sistemas necesarios para su funcionamiento.

Los plazos corren. En un año, entre la fabricación de las dovelas metálicas y el empuje del viaducto, debería estar completado el tramo de plataforma que aún falta. Y quedarían los remates habituales en las obras de infraestructuras ferroviarias: electrificación, instalaciones… Puente se fijó 2026 como horizonte para sacar todas las mercancías de la ciudad y Adif está en camino de conseguirlo.