Valladolid

Un desayuno a ciegas para acercar la discapacidad

Una recepción explicativa y directos a la 'aventura', una actividad inmersiva con la que la ONCE quería mostrar las dificultades que encuentras las personas discapacitadas en labores tan simples y cotidianas como tomar un desayuno.

Las indicaciones eran claras, ponerse el antifaz y dejarse guiar por los responsables del evento. Saludar «sin miedo» al resto de integrantes y tomar asiento. Una vez sentados ante ellos lo desconocido, copas, jarras, y un plato con diferente tipo de bollería que se convertían en simple bultos.

La clave, el sentido del tacto. Utilizar ambas manos, con movimientos de seguridad -en plano, no de arriba a abajo- y ubicarse y guiarse como si de las agujas de un reloj se tratara.

Una experiencia, que en boca de los asistentes ha sido enriquecedora, a la par que 'bonita'. Fernando López, ha asegurado sentir las dificultadas que tienen que sobrepasar día a día las personas con problemas de visión, a la par de que considera que es una experiencia que te coloca en la dura realidad.

Un efecto, que muchos han compartido, es la perdida de noción del tiempo «te sientas, te relajas, escuchas hablar y no sabes si llevas 15 minutos o dos horas» una opinión compartida salvo por uno de los asistentes -fumador- quien ha asegurado saber el tiempo que llevaban y que «era mucho».

Una experiencia que ha terminado con 'angustia' y las ganas de retirarse los antifaces. Una incertidumbre e indefensión a la hora de enfrentarse a la realidad en la que han asegurado no ser capaces de verse a diario.