Un operario en una cesta y un gruista de apoyo trabajan en la demolición del edificio. Alberto Mingueza

Valladolid

La demolición en San Nicolás culminará en una semana tras retirar los elementos con más riesgo

Las empresas que trabajan en el inmueble en ruina utilizarán una máquina retroexcavadora para terminar el derribo

J. Asua

Valladolid

Jueves, 23 de enero 2025, 06:40

De momento, la labor sigue realizándose a mano. Desde una cesta elevadora un operario ayudado por una pértiga de hierro retira los elementos más ... peligrosos de la parte alta del inmueble. Otra grúa le sirve de apoyo para cargar las piezas de desecho de mayor volumen. Ya se ha derribado la cubierta y el grueso del último piso del edificio.

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Será la próxima semana cuando la demolición del número 1 de la plaza de San Nicolás coja velocidad. Responsables de las empresas Mongil e Imesapi avanzan que con toda probabilidad la construcción será reducida a escombros por completo en unos siete días. Y es que, a partir del lunes, está previsto que una pala retroexcavadora entre en acción para agilizar el tajo. Hasta ahora no se ha utilizado maquinaria pesada para evitar un derrumbe.

Trabajos de demolición. Alberto Mingueza

No obstante, ese avance definitivo en el derribo no pondrá fin a la intervención, ya que la labor de desescombro llevará unos días más, lo que obligará a mantener el perímetro de seguridad que se habilitó el fin de semana del 11 de enero cuando la caída de cascotes a la vía pública puso en alerta a Policía Municipal y Bomberos que acotaron la zona ante el peligro que suponía el estado de colapso de la edificación.

Se sigue trabajando despacio. Ahora lo más delicado se centra en fachada trasera del inmueble, que hay que ir deshaciendo poco a poco para evitar que se venga abajo y afecte al patio que da al aparcamiento del número 3 de la plaza de San Nicolás. El riesgo de afección al edificio colindante, en el número 7 de la calle Puente Mayor, ya se ha reducido considerablemente después de esta primera fase de intervención.

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La obra, que se inició hace una semana y que conlleva un coste de 300.000 euros, la paga el Ayuntamiento, que luego enviará la factura a una propiedad que hasta ahora ha hecho caso omiso a diferentes requerimientos municipales para que acabara con este inmueble en ruina. El entorno de la plaza de San Nicolás seguirá acordonado hasta que se completen los trabajos.

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