Un decálogo para erradicar el acoso en Valladolid: «El ciberacoso hace que una víctima no esté segura ni en su casa»
Desde la asociación apuntan a que hay casos que se resuelven como negativo por «una voluntad de sesgar», poca «conciencia» en los niños o falta de «formación» de los docentes
Más del 35% de los estudiantes dice haber sido víctima de acoso escolar. Es el resumen más rápido que se extrae de 'Hilando Voces', el ... análisis realizado por la Fundación Cotec que examina el discurso de odio en la escuela y publicado en 2024. Sobre este estudio, que presenta cifras más elevadas que otros realizados por diferentes administraciones, habla Carmen Cabestany, presidenta de la Asociación No al Acoso Escolar (NACE). «No podemos validar las cifras de unos estudios que establecen que el acoso escolar está en torno a un 10% (dato del Ministerio en Primaria). Es imposible. El mayor estudio que se ha hecho en España sobre el bullying, el Informe Cisneros del año 2006, hablaba ya de un porcentaje del 25%. No es posible que con la incidencia de las nuevas tecnologías estemos en estos porcentajes», asegura.
Porque desde hace casi veinte años el panorama ha cambiado y el ciberacoso, por ejemplo, se ha abierto paso. «Ha contribuido a incrementar las cifras, pero también la inseguridad y el dolor de la víctima, que ya no está segura ni en su casa. Es un acoso sostenido, 24 horas y siete días a la semana y que no está desvinculado del acoso escolar, es una manera más de maltratar». Otro método más que se añade al acoso verbal, por exclusión o amenazas. «El ciberacoso es muy nocivo, pero no está en unas cifras tan escandalosas como podríamos pensar. Está en torno el 10% y el 15%». Para actuar contra estas situaciones los centros educativos disponen de herramientas, como un protocolo de actuación ante posibles casos de acoso, pero desde la asociación apuntan a otro problema, quién pone en marcha este reglamento.
«La víctima y el acosador nace en las familias, que tampoco conocen lo suficiente sobre el acoso y no es un tema que se aborde en casa»
«Son los colegios, y casi siempre lo cierran diciendo que no hay acoso, protocolo negativo, cuando nosotros sabemos que en la mayoría de las ocasiones es al revés», defiende. ¿Y por qué sucede esto? «Puede existir una voluntad de sesgar el protocolo. Casos donde no se admiten pruebas, ni siquiera por escrito o se intentan modificar las declaraciones de los niños. Y también puede ser por torpeza, porque hay un punto del protocolo, un paso decisivo, que es el interrogatorio con los testigos. Si previamente no se ha concienciado a los niños, nunca se les ha hablado de acoso, no se les ha dicho que es importante que digan la verdad, no la dirán porque están sometidos a la ley del silencio. Además bajo la presión de la palabra chivato y de la amenaza», responde la presidenta de NACE.
O sea, formación y concienciación. «Hay mayor información, pero dudamos que eso se traduzca en una mayor conciencia. La víctima y el acosador nace en las familias, que tampoco conocen lo suficiente sobre el acoso escolar porque no es un tema que se aborde en casa». Sobre el caballo de batalla que tienen en la Asociación No al Acoso Escolar, su presidenta apunta a que nace en no consentir que «se mire para otro lado» en estas situaciones. «Creo que la sociedad todavía no entiende cuánto sufre un menor y qué secuelas les puede causar en la vida. Pero sobre todo, hablamos de un niño que tiene miedo, que tiene rabia, que tiene un profundo dolor, que se siente incomprendido, impotente, que muchas veces siente culpa, vergüenza. De alguna manera se está infravalorando el sufrimiento de un menor y eso es inmoral», resume.
Y es responsabilidad de los alumnos y también de los profesores. «La mayoría de las veces no lo saben ver, no lo han visto o no lo identifican como tal. El acoso escolar se define por la reiteración, no es un maltrato ocasional, pero puede pasar que el docente lo interprete como un hecho puntual, porque no ha visto la reiteración, entonces no lo identifica como tal. Teniendo en cuenta todo esto, que los alumnos no hablan y que los profesores frecuentemente se equivocan en sus apreciaciones, el protocolo sale negativo. Entonces, la investigación está viciada, porque la hace el propio centro, que en muchos casos no tiene interés en que se conozca que hay un caso de acoso, y por la falta de conocimiento para implementar el protocolo correctamente», resume.
Sobre las últimas estadísticas de acoso disponibles en los centros de Castilla y León arroja algo de luz el informe 'La convivencia escolar en Castilla y León', publicado en 2024 con datos correspondientes al curso 2022-2023. Lo primero que se desprende del informe es que durante ese año se cuantificaron 622 protocolos abiertos, 211 más que en el curso previo. «Un incremento del 51,33% que se interpreta como algo positivo por entender que ha aumentado la sensibilidad hacia esta problemática y una medida preventiva a considerar», apuntan desde la administración en el estudio. Aumentaron estos supuestos, pero se redujeron los casos de acoso confirmados, de 64 a 54 en un año, mientras que se redujo en más de la mitad los tipificados como ciberacoso. De 75 a 35. En cualquier caso, el alumnado que vivió situaciones de acoso o ciberacoso en la comunidad en el curso 2022-2023 fue del 0,02%, según recoge el informe. Además, en diciembre de 2024, la Consejería de Educación concretó que se ha estructurado una red de 1.270 orientadores para velar por la salud mental de los centros educativos de Castilla y León, lo que hace que presente tasas de acoso escolar «similares» a las de los países nórdicos.
Decálogo para Valladolid
En Castilla y León, el protocolo para actuar en situaciones de posible acoso se aplica según lo establecido en la Orden EDU/1701/2017. El protocolo incluye el Programa P.A.R. Parar el acoso, apoyar a la víctima y reeducar al agresor. La norma prevé que los centros recojan los procedimientos de actuación ante situaciones de conflicto y también posibilita a los colegios que elaboren sus propias normas de convivencia y conducta. Este viernes, desde NACE han remitido en persona un decálogo al Ayuntamiento de Valladolid donde se recogen diez puntos que tienen el objetivo de erradicar el acoso escolar.
Son visibilizar el acoso («lo que no se nombra no existe»), recoger el tema del bullying para abordarlo en tutorías y como uno de los ejes principales del plan educativo, concienciar al profesorado actual y futuro (estudios de Magisterio, Pedagogía y Psicología), informar a los padres para que sean capaces de detectarlo, incorporar la educación emocional desde Infantil, velar para que todos los colegios tengan un Plan de Prevención del acoso escolar efectivo, aplicar el protocolo con rigor, transparencia y la participación de agentes externos, promover campañas amplias de sensibilización, implicar a todos los agentes sociales en la lucha contra el acoso y fomentar la transparencia para conocer las cifras reales de acoso escolar.
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