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Preparativos en la sala del acelerado lineal del Hospital Clínico Universitario de Valladolid en el que se aplica la nueva técnica radioterápica. Rodrigo Jiménez

Sanidad en Valladolid

El Clínico amplía la radioterapia para metástasis y lesiones en el cerebro con una técnica de alta precisión

El hospital vallisoletano evitará traslados a Burgos y Salamanca de pacientes con tumores benignos pero graves, como los meningiomas, que recibirán ahora este tratamiento en el centro vallisoletano

Susana Escribano

Valladolid

Sábado, 22 de noviembre 2025, 14:42

La primera paciente ha sido, este 19 de noviembre, una mujer con un meningioma (un tumor benigno que crece en las membranas que rodean el ... cerebro), pero el nuevo tratamiento de radioterapia de alta precisión que acaba de incorporar el Hospital Clínico Universitario de Valladolid amplía las opciones para tratar también a enfermos en los que su cáncer ha evolucionado con metástasis malignas en el cerebro. Se trata de radioterapia estereotáxica cerebral. Este término técnico define una radiación de precisión «inframilimétrica» que permite aplicar dosis más intensas y más precisas sobre la lesión, evitando dañar tejidos sanos, y se implanta en la cartera de prestaciones del Servicio de Oncología Radioterápica, que atiende en el Clínico vallisoletano a toda la población de Valladolid y a pacientes de Palencia y Segovia. Se suma esta nueva técnica a la que incorporó este servicio meses atrás y que convertía al hospital pucelano en el único de la comunidad con todos los tratamientos de radioterapia que se pueden aplicar al cáncer de próstata.

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Jefes de servicio y profesionales de Oncología Radioterápica, Radiofísica, Radiodiagnóstico y Neurocirugía, áreas que impulsan el nuevo tratamiento. R. Jiménez

En este caso, el tratamiento innovador se centra en el cerebro. «Es una nueva técnica que se implanta en el hospital y que requiere la colaboración de cuatro servicios, que son Neurocirugía, Radiodiagnóstico, Radiofísica y Protección Radiológica y Oncología Radioterápica. El tratamiento puede sorprender por lo corto de su duración, para el paciente son apenas 15 minutos, pero lleva muchísimo trabajo detrás, más de un año de preparación. Son pacientes seleccionados dentro de un comité (médico y de distintas especialidades) y lo que permite son tratamientos muy precisos en volúmenes de enfermedad pequeños, tratamientos ambulatorios. Es una medicina personalizada», explica Daniel Rodríguez Domínguez, jefe de Unidad del Servicio de Oncología Radioterápica, área que dirige en el Hospital Clínico la doctora Patricia Diezhandino.

«Tenemos muchísima más precisión, porque pasamos de manejar técnicas al milímetro a desarrollar precisiones submilimétricas, tanto desde el punto de vista de la dosis, como desde el geométrico, de gestionar el movimiento del paciente», señala Ángel del Castillo Belmonte, especialista del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica, que destaca que han afinado el sistema de inmovilización de la persona tratada en el acelerador lineal, de manera que verifican y monitorizan al paciente para detectar el mínimo movimiento y aplicar correcciones que permiten garantizar la precisición de la radiación.

Dos equipos de tecnología puntera hacen posible el tratamiento: una resonancia de tres teslas y un acelerador con sistema de guiado submilimétrico

Para los enfermos oncológicos con metástasis en los que el equipo médico que los trata valore el empleo de esta técnica en lugar de la radioterapia convencional, el nuevo tratamiento podrá aminorar el número de sesiones y, al reducir la irradiación de tejido sano en el cerebro, minimizar posibles secuelas entre las que se encuentra el riesgo de sufrir deterioro cognitivo.

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Para perfiles que llegan desde el Servicio de Neurocirugía, como el de la paciente que ha estrenado el tratamiento en el Clínico para abordar un meningioma, contar con esta técnica en la cartera de servicios del hospital permite evitar desplazamientos a otros centros, generalmente en Burgos o Salamanca. Este tipo de patología se aborda con cirugía. Si su localización es profunda, afecta a zonas altamente sensibles o no se puede quitar todo en el quirófano es cuando se aplica la radioterapia estereotáxica, de alta precisión, porque estos pacientes no se pueden tratar con radioterapia convencional. Se intenta atajar así que la lesión, aunque benigna y de crecimiento lento, gane tamaño y afecte a la calidad de vida y a las capacidades de la persona. Lograr este objetivo evita que el paciente tenga que someterse a una segunda operación.

En ambos casos el beneficio para la persona tratada es claro, porque concentra la radiación en una superficie acotada por dimensiones submilimétricas, se minimiza la posibilidad de radiar partes sanas colindantes al tumor y se reduce el número de sesiones. Para los enfermos que llegan de Neurocirugía con lesiones benignas, además, se evita el desplazamiento a hospitales de otras ciudades para recibir un tratamiento que ahora se les podrá aplicar en Valladolid. Estos últimos suelen rondar la decena al año. Los pacientes que remiten los oncólogos con metástasis en el cerebro con bastantes más.

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El Clínico puede incorporar esta técnica de radioterapia de alta precisión para tratar tumores cerebrales, y que se suma a la implantada meses atrás que permite aumentar la intensidad y reducir las sesiones en tratamientos de cánceres de próstata, porque cuenta desde hace dos años con dos equipamientos punteros. Uno es un acelerador lineal que incorpora sistemas de guiado por superficie extremadamente afinados y que permiten esa precisión submilimétrica en la radiación. El otro es una resonancia magnética de tres teslas de potencia, en lugar de los equipos convencionales de tesla y medio, que aporta imágenes de mayor resolución, nitidez y definición del interior del cuerpo.

Trabajo previo y cooperación

Todos los implicados en la incorporación de este tratamiento inciden en el trabajo previo y en la cooperación entre los servicios implicados como los dos pilares en los que se asienta que ahora se pueda aplicar en el hospital vallisoletano. «Lo que se persigue es que el tratamiento para el paciente sea óptimo. El trabajo previo, más costoso y de puertas para adentro, ha optimizado mucho las combinaciones de la máquina y cómo van a ser los movimientos», apunta Ángel del Castillo Belmonte. Muchos cálculos previos e información que engrosa una base de datos que permite ahora aplicar con seguridad y agilidad esta técnica.

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De todo ese trabajo, en que se ha recabado información y experiencias de centros de referencia en esta técnica a nivel nacional, principalmente de Madrid y Sevilla, y de especialistas de fuera del país, concretamente de Canadá. De toda esa labor ha salido un sistema de inmovilización del paciente con una máscara que rebaja la sensación de claustrofobia de las que se venían empleando para aplicar radioterapia en la cabeza. Los impulsores de la nueva técnica radioterápica en el Clínico vallisoletano han echado mano también del servicio de impresión de piezas y modelos sanitarios en 3D del Hospital Universitario Río Hortega, algo que les han permitido trabajar con prototipos que incluían dosímetros y permitían validar las radiaciones. Un trabajo necesario para aplicar con seguridad el tratamiento nuevo.

La primera paciente tratada en Valladolid con radioterapia estereotáxica cerebral recibió el miércoles la sesión inicial para tratar su meningioma, a la que seguirán otras cuatro visitas más al acelerador lineal en días alternos. Ha marcado el comienzo de un camino que permite a los equipos médicos ampliar las opciones de tratamiento de los tumores cerebrales y que pone fin a derivaciones a centros hospitalarios de otras ciudades para recibir esta terapia, reforzando la cartera de prestaciones del Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

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