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Cinco cines que han marcado la historia de ValladolidEra popular entre los vallisoletanos de los cincuenta, sesenta y setenta hacer una o incluso dos visitas semanales al cine de barrio. Por aquel entonces, ... casi cada distrito de Valladolid contaba con una sala de proyecciones. Disfrutar de los últimos estrenos cinematográficos se había convertido en el pasatiempo favorito de los residentes.
En esos años se expandió al resto de la ciudad el monopolio que ejercía el centro, donde se ubicaban poco antes las únicas salas que había. A partir de entonces fueron muchas familias, sobretodo las de clase humilde, las que comenzaron a gozar del acceso a la gran pantalla.
Fue en los 50 cuando se inauguraron dos míticos cines de barrio que marcarían una época para Valladolid. Se trata del Cine Delicias, situado en la calle Carmelo y que fue inaugurado en marzo de 1956. Un año más tarde abriría al público el Cinema Avenida, en el Paseo Zorrilla, que fue inaugurado en septiembre de 1957. Este último contaba en aquel momento con la gran novedad del cine, una sala con 1.200 butacas y una pantalla de 15,8 metros de largo por 7,6 de ancho, la más grande de la ciudad por entonces. Sin embargo, y como muchos otros, el Cine Delicias echó la verja a mediados de los 80 y el Avenida, en septiembre de 1976 tras sufrir un incendio.
En 1960 apareció el Cine Alameda en la Rondilla y nueve años después, el Matallana en el barrio de La Pilarica. Los vallisoletanos que vivieron en los setenta tampoco se olvidarán del Vistarama, inaugurado en octubre de 1974, uno de los cines de barrio que sobrevivió hasta abril del año 2000. Y como no, el Cine Castilla, inaugurado en el conocido Barrio Girón a finales de septiembre de 1975, tan solo dos meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco. Este espacio dio vida al distrito y tuvo diferentes usos.
Hay otras cinco salas de cine de barrio en la ciudad en las merece la pena hacer especial hincapié:
1
Este espacio estaba ubicado en la calle del mismo nombre, en pleno barrio de las Delicias, y fue inaugurado en marzo de 1967. Este cine estaba directamente vinculado al mítico Bar del Cine Embajadores, que se situaba justo al lado del local, y entre película y película, atendía a la clientela. Hoy en día el bar sigue existiendo y es conocido por todos por su plato estrella: la sepia a la plancha.
El promotor de la sala fue Inocencio Díez Cuellar, responsable de encargar el proyecto del nuevo cine en 1964 al arquitecto Jesús Vaquero Martín, el mismo que había realizado el del Cine Delicias. Desde el propio vestíbulo se accedía por cinco puertas a la sala de butacas, que tenía una capacidad para 650 espectadores. La sala contaba con 24 filas de asientos con un pasillo central y dos laterales, para acceder más cómodamente a las localidades. El cine se despidió en 1985 con la proyección de la película 'El cartero siempre llama dos veces'.
2
Nacido en marzo de 1936, pocos meses antes del estallido de la Guerra Civil, el Cine Roxy era conocido por todos los residentes. Era famoso por tener un nombre que homenajeaba a una sala ubicada en Nueva York. Durante la Guerra Civil española el cine sufrió diversas transformaciones, una de ellas su conocido nombre, que se cambió por el de Cinema Radio por la prohibición de usar anglicismos por parte del bando franquista. Posteriormente, el céntrico espacio recuperaría su nombre original y terminaría cerrando sus puertas en el 2014 para convertirse en el casino que es ahora.
Fueron los hermanos José y Emilio de la Fuente quienes encargaron el diseño del edificio, que albergaría la nueva sala de cine, al arquitecto Ramón Pérez Lozana, al que se debe también el Teatro Carrión. La sala estaba formada por un patio de butacas con 650 localidades y un anfiteatro con otras 500. La inauguración no fue tan multitudinaria como se esperaba y hasta poco después no se logró llenar la sala en las cuatro sesiones.
3
Otras salas basaron su principal cometido y oferta cinematográfica en ofrecer al público un cine alternativo que hasta el momento no era muy popular. Es el caso de los Casablanca, que se estrenaron en Valladolid en mayo de 1987. Este espacio que acumula casi cuatro décadas de historia es, a día de hoy, un auténtico referente del cine de autor en la ciudad que, por suerte, continúa abierto al público. Sus inicios tuvieron lugar en la calle Platerías, de donde se mudaron en 2002 a su sede actual.
No siempre fueron tiempo buenos para el Casablanca, pues sus pantallas se mantuvieron apagadas entre 2020 y 2022 tras el fallecimiento de su gerente José María Álvarez. Sin embargo, fue en el mismo 2022 cuando el cine se volvió a llenar de público al ser reabierto tras su compra por parte del director vallisoletano Arturo Dueñas.
4
Situados a poca distancia de la Plaza España, se inauguraban en 1933 los Cines Lafuente, ahora conocidos como Los Cines Mantería, (la sala acogería este nombre en los años 80). La sala situada en la esquina de la calle Mantería con Juan Agapito y Revilla es otro de los cines desaparecidos de ciudad. Como la gran mayoría, vivieron su mejor momento en la época dora, entre las décadas de los 50 y los 70. Con la llegada de los cines al extrarradio de Valladolid y a los centros comerciales se vieron obligados a echar el cierre en el año 2012.
Sus propietarios fueron los hermanos José y Emilio de la Fuente Trapote, los mismos que sacaron adelante el Cine Roxy. Ambos proyectos fueron encargados al arquitecto Ramón Pérez Lozana. El espacio constaba de un patio de butacas y anfiteatro. El verdadero 'boom' llegó en los años 70, cuando se reconvirtió en Sala X, siendo este el primer centro de Valladolid que proyectó las películas clasificadas como S.
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Estos cines fueron inaugurados en marzo de 1930, en un edificio de la plaza de Martí y Monsó, más conocida actualmente por la plaza Coca. Fue considerada durante muchos años una sala referente de la ciudad, ya que era la sede de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI). Adquirido por Julián Coca García, el espacio contaba con un amplio patio de butacas y un gran anfiteatro que daban cabida a 1.500 espectadores. Fue allí donde se proyectó la primera película de cine sonoro.
Durante su larga estancia en la ciudad pasó por varias reformas. La primera, en septiembre de 1961; luego en 1974 y, la más importante, en 1990 para convertirse en un cine multisala. Fue el 12 de enero de 2003 cuando el mítico cine realizó las últimas proyecciones. Para despedirse a lo grande, los espectadores que acudieron a despedirse de él aquel día pudieron disfrutar de películas como 'El Señor de los Anillos', 'Harry Potter y la cámara secreta', 'Santa Claus 2' o '«El Gran Dictador'.
Desde Curioseando por Valladolid volvemos a esa noche del 6 al 7 de diciembre de 1809, donde la última gran cárcel del Tribunal del Santo Oficio en Valladolid se vio envuelta en llamas.
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