Curioseando por Valladolid
Las cinco rotondas más originales de Valladolid y provinciaLa apertura de Vallsur y la Ronda Interior Sur dio pie a que las rotondas de la ciudad se poblasen de curiosas y vistosas esculturas
El callejero urbano de la ciudad está repleto de ellas. Por muy extraño que parezca, las rotondas han pasado a ser algo más que un ... rasgo urbanístico para Valladolid. Y es que en muchas ocasiones se aprovechan estos espacios para desarrollar esculturas y obras artísticas que tienen un significado que muchos vallisoletanos desconocen. Desde las glorietas de Paseo de Zorrilla y la Avenida de Salamanca, hasta los municipios más prócimos de la ciudad, existen una serie de detalles que hacen especiales a estas plazas circulares.
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Las cenizas de un escultor
Puede pasar desapercibida y se sitúa en uno de los centros comerciales más frecuentados por los vallisoletanos. Se trata de la famosa rotonda de Vallsur, que alberga en su interior una escultura con una historia poco conocida. Con forma de tirachinas, de quince metros de altura y quince toneladas se encuentra la columna 'Forma del Sonido'. Este diapasón fue un homenaje que el Ayuntamiento de Valladolid quiso rendir en 1999 al escultor Lorenzo Frechilla ampliando una de sus obras. El vallisoletano ha pasado a la historia como uno de los escultores más destacados del siglo XX, abriéndose a nuevos horizontes creativos en Madrid, en Europa y en Estados Unidos. Sin embargo, un infarto en 1990 acabó con su carrera profesional. La escultura situada a las puertas del centro comercial de Vallsur guarda en su interior una urna con las cenizas del escultor.
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Los 300 'holas'
La primera glorieta que puede pasar por la mente de los vallisoletanos cuando piensan en algo curioso, es sin duda la llamada 'Rotonda de los holas'. Conocida y observada por todos los que viven en los alrededores de Arroyo de la Encomienda, esta composición escultórica es obra del artista Ángel Marcos que fue inaugurada en 2007 en la rotonda de acceso al municipio vallisoletano. La glorieta está plagada de señales en las que puede leerse la palabra 'hola' en nada menos que 316 idiomas a modo de bienvenida a la ciudad. Una rontonda que en un principio empezó siendo una idea alegre para todos los visitantes que estaban de paso por la localidad. Sin embargo, algunos conductores no tardaron en expresar sus quejas, ya que consideraban a esta creación como un elemento peligroso que distraía durante la conducción a su paso por Arroyo.
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Un homenaje al cine
Imaginarse que una película puede estar dentro de una rotonda no es algo imposible, al menos no en Valladolid. Ubicada en una de las vías principales de la ciudad, el Paseo Zorrilla, aprovecha su afluencia de tráfico para albergar una escultura que homenajea de primera mano el mundo del cine. «Esta obra homenaje al cine dará que hablar». se atrevía a decir el artista estadounidense de la misma, Dennis Oppenheim. Y es que en diciembre de 1998 recaló en Valladolid para armar el montaje que pasaría a llamarse 'Escenario para una película' y que se empezó a conocer entre la gente como el 'monumento al cine' o 'La casa de la glorieta de la Rubia'. En lo alto del monumento de chapa se puede ver la casa del mago Oz. En su día la escultura no despertó entre la ciudadanía rechazos ni adhesiones más allá de quejas acerca de que la caseta de obra estaba sin terminar. Lejos de lograr una aceptación mayoritaria la principal controversia persistía en que los vallisoletanos no asociaban a la obra con el cine.
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Obra de Gabarrón
En la Avenida de Salamanca, a la altura del municipio de Arroyo de la Encomienda, se encuentra otra rotonda presidida por dos arcos de colores que se entrecruzan, obra del artista Cristóbal Gabarrón. Este artista conocido en Valladolid por sus pinceladas en el arte mural de Barrio España, ha llegado hasta el municipio vallisoletano con su esultura 'La cúpula celeste'. El autor ha querido destacar con el colorido que recubre los arcos de su obra «lo necesario que es el optimismo para plasmar lo positivo»
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Las puertas de Valladolid
No se encuentra muy lejana del anterior otra obra del escultor Gabarrón, esta vez realizada en 1997. La obra, como no, se encuentra situada en una rotonda donde confluyen el Paseo de Zorrilla y la Carretera de Rueda, y que a su vez se sitúa en el centro de las tres zonas residenciales de Covaresa, Paula López y Parque Alameda. La colocación de la escultura en este lugar simboliza la entrada a un nuevo Valladolid, moderno y de nueva construcción. Es por ello, que el nombre que acoge la obra es 'Puertas de Valladolid'. Está formado por dos obeliscos de 10 metros de altura realizados sobre unos pedestales de hormigón blanco. Ambos se encuentran decorados con grafismos simples que representan paisajes, objetos y acontecimientos históricos de la ciudad de Valladolid.
La próxima semana
En la ciudad existen numerosos ejemplos de escultura fantástica que se encuentran situados en lo más alto de las fachadas de los edificios. Desde Curioseando por Valladolid hacemos una visita a uno de los testigos inesperados de la iglesia de la Antigua, el Cristo de Bronce.
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