La Audiencia de Valladolid juzga a un hombre por intentar asesinar al novio de su madre con un cuchillo

El joven E. A. G., que en enero 2019 acuchilló gravemente al novio de su madre en el domicilio familiar de Huerta del Rey se sentará en el banquillo de la Audiencia de Valladolid los próximos días 24 y 25 de febrero bajo la acusación de intento de asesinato. La Fiscalía pide en su escrito de conclusiones provisionales una condena de doce de prisión, y la acusación particular, catorce.

Según el relato de hechos de la acusación pública, en torno a las 23:00 horas del 7 de enero de 2019, E. A. G., de 19 años, acuchilló presuntamente a la pareja de su madre, de 29, en el transcurso de una discusión ocurrida en el piso de la calle Joaquín Velasco Martín. Durante la disputa, el joven clavó al otro el cuchillo en la mandíbula y después le asestó otra cuchillada en el abdomen. El herido, T. H. F. salió de la vivienda y a la altura del puente Adolfo Suárez fue localizado por los servicios de emergencia poco antes de la madrugada.

El acusado, nacido el 6 de julio de 2000 en Argentina y sin antecedentes penales y convivía en el domicilio materno de la avenida Joaquín Velasco Martín junto a su progenitora y la pareja de esta. Al parecer, sobre las 23:00 horas ambos se cruzaron por el pasillo cuando la víctima se dirigía al cuarto de baño desde su habitación. El acusado le preguntó si le pasaba algo y el interpelado le increpó que al que le pasaba algo era a él, que había roto el cristal de la puerta días antes. E. A. G. le respondió «no te confundas conmigo» y, sin más, le propinó un empujóm a T. H. F. que le tumbó en el suelo del aseo. Según la Fiscalía, «con ánimo de acabar con su vida, sacó un cuchillo, se lo clavó en el lado izuierdo de la mandíbula y salió por el lado derecho, para a continuación apuñalarle en el lado izquierdo del abdomen y, sin extraer el arma del todo, volvió a introducírsela una vez más«. En ese momento el herido cayó sentado sobre la taza del wáter, sangrando y pidiendo auxilio. Pero el joven, «sin cejar en su empeño, trató de asestarle otra puñalada, clavándole el cuchillo en el brazo izquierdo«

Según el escrito de acusación, la llegada de la madre, alertada por los gritos pidiendo auxilio de su pareja, impidió que lo rematara, pues provocó al entrar en el baño que su hijo saliera y abandonara la vivienda.

Como consecuencia, T. sufrió varias heridas incisas en el peritoneo y dos en el mentón. Necesitó de intervención quirúrgica y 78 días de curación. Una de estas heridas es considerada de perjuicio muy grave. Las cuchilladas le ha dejado cicatrices visibles en el rostro y secuelas.

El acusado ha sido diagnosticado de un trastorno por abusos de múltiples sustancias, un consumo que, según los peritos, pudo alterar de forma leve su inteligencia y su libre voluntad el día de los hechos. Según estos informes, presenta rasgos compatibles con un trastorno antisocial de la personalidad, pero este no afecta a su capacidad intelectual o volitiva.

El informe de toxicología revela además un consumo positivo, en los tres o cuatro meses anteriores a la muestra, de cannabis, cocaína y anfetamina. Por esa drogadicción la Fiscalía considera que hay que aplicar en la condena que propone la circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal. Pide 12 años de cárcel con inhabilitación absoluta por ese tiempo, prohibición de acercarse a la víctima, su domicilio o lugar de trabajo y lugares que frecuente a una distancia de 500 metros y la prohibición de comunicarse con él por tiempo de 15 años.

Como responsabilidad civil se solicita al tribunal que se le imponga al acusado 6.839 euros por las lesiones, 3.000 por el perjuicio estético y 2.482 al Sacyl.