Aprobada la rehabilitación del imponente edificio frente al Calderón para 23 pisos

El bloque, vacío desde el año 2020, acogió el primer comedor social fundado en España por la viuda de Onésimo Redondo, Mercedes Sanz-Bachiller, al inicio de la Guerra Civil. Con el paso del tiempo fue el Ayuntamiento de Valladolid el que gestionó esta dotación durante más setenta años hasta que en 2009 el Consistorio trasladó el servicio a sus actuales dependencias en el barrio de Huerta del Rey.

La empresa Vallenova comercializa estas viviendas, de una a cuatro habitaciones, con superficies que oscilan entre los 40 y los 240 metros cuadrados útiles. Además, la reforma creará en la planta de calle dos locales comerciales de más de doscientos metros cada uno y con una altura de cinco. La entrada a las plazas de aparcamiento se realizará en rampa por la calle Echegaray.

«Desde que se colgaron las lonas anunciando las viviendas hemos recibido 370 solicitudes de información», explica Juan Luis Blanco, máximo responsable de la inmobiliaria, quien augura una buen acogida en el mercado de estas casas, destinadas a un perfil de cliente de un nivel económico medio-alto. Aún no hay precios, aunque todo apunta que serán elevados, dada la ubicación y características del edificio, cuyo proyecto de rehabilitación ha sido elaborado por el estudio de arquitectos Paredes y Rivas.

La promotora Norforest solicitó el permiso de obra en mayo de 2021. Tras los preceptivos informes urbanísticos, se detectó un incremento de edificabilidad en el proyecto de 239,85 metros cuadrados, lo que obligaba a la propietaria a realizar una cesión al Ayuntamiento de 23 metros cuadrados. Al ser inviable la entrega de una superficie tan pequeña, el pasado mes de marzo el Consistorio la tradujo a dinero: 36.841 euros, una cantidad que ya ha sido ingresada en la tesorería municipal.

El plazo para la ejecución de las obras es de veinte meses. Tras la concesión de la licencia, la inmobiliaria espera que los trabajos de reforma y puesta al día del inmueble comiencen este mismo año, con lo que los futuros propietarios podrían entrar a sus viviendas a finales de 2024.

El último inquilino con el que contó este bloque fue la tienda de decoración Calderón, que en marzo de 2020 abandonó este espacio para trasladarse a la plaza de los Arces. El edificio era propiedad de Joaquina Huarte, hija de un catedrático de la Universidad de Valladolid. A raíz de su fallecimiento en 2005, lo recibieron en herencia los Hermanos de San Juan de Dios y las Hermanitas de los Pobres. Unos años después, se lo vendieron a una constructora. Los nuevos dueños mantuvieron los contratos de renta antigua de los pocos inquilinos que residían en él hasta que vencieron hace ya dos años. Desde entonces, permanece sin uso. De la finca -con cinco plantas a la vista, incluida la baja, y otras dos en la parte superior, que no se ven desde exterior- destacan los miradores con balcón en forma circular del chaflán, espacio que se reserva para los salones de las futuras viviendas.

Muy cerca de esta esquina, en la plaza de la Libertad, se reforma también el antiguo bloque de El Penicilino, que acogerá 18 viviendas, de entre 80 y 120 metros cuadrados, con un precio medio de 400.000 euros.