Valladolid
50 años del caso del OVNI de VillaesterUn extraño artefacto volador giró durante media hora en torno al tractor de Emiliano Velasco y le disparó -según asegura- perforando el cristal del vehículo. Medio siglo después, algunos testigos recuerdan los hechos
Esta semana se han cumplido 50 años de uno de los avistamientos más importantes de la ufología española. Tuvo lugar en Villaester (Pedrosa del Rey) ... y, a día de hoy, sigue generando debate entre investigadores, vecinos y estudiosos del fenómeno OVNI.
Todo ocurrió el 16 de julio de 1975. El agricultor de San Román de Hornija, Emiliano Velasco Báez, un hombre de 49 años, tranquilo y curtido por el campo, se encontraba arando con su tractor una finca conocida como La Parcela 21, situada Morales de Toro (Zamora) y Villaster. Según su propio testimonio, que fue recogido en su momento por El Norte de Castilla, un extraño objeto descendió del cielo y comenzó a dar vueltas alrededor de su tractor, hasta completar al menos treinta giros durante más de media hora. Estaba a unos 50-70 centímetros de altura y tenía una forma, que él mismo describió como «una lata de conservas, con un tubo y una especie de sombrerillo», tenía además dos ventanas y unos pinchos que se iluminaban de forma intermitente. En cada giro se iba acercando más y más al testigo, hasta que una intensa luz salió disparada desde el objeto, siempre según su testimonio, impactando contra el cristal del vehículo, dejando un orificio perfecto.
Emiliano no sintió miedo durante el encuentro, según dijo. De hecho, continuó arando como si nada, casi hipnotizado por la situación. Sin embargo, tras el disparo, Emiliano levantó los arados, aceleró el tractor y salió de la finca a toda prisa sin mirar atrás, hasta llegar al caserío de Villaester de Abajo. Aquella misma tarde, el caso ya era tema de conversación en toda la comarca. Emiliano no era un hombre dado a inventos o exageraciones. Su relato generó tal revuelo que no tardaron en aparecer testigos, curiosos, familiares, e incluso miembros de la Guardia Civil que se desplazaron a la finca para investigar lo ocurrido.
Marta Sánchez, nieta del guarda de la finca en la época, recuerda perfectamente el caso y su repercusión. «Mi padre se encargó de retirar el cristal del tractor. Recuerdo que se lo entregaron a la Guardia Civil para analizarlo. En la familia no se hablaba mucho de ello, pero todos sabíamos lo que había pasado», cuenta.
Esa pieza de cristal, que según el testimonio de Emiliano había recibido el impacto de una especie de rayo de luz, fue enviada a la Cátedra de Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valladolid para su análisis. A día de hoy, se desconoce su paradero. «Lo cierto es que se perdió una prueba clave de un suceso único en la historia de la ufología española», asegura Nando Domínguez, investigador del grupo Kilómetro OVNI y vecino de Morales de Toro, quien ha dedicado años a recuperar y analizar este caso. «Es uno de los casos más impactantes. No solo por la duración del encuentro o por la descripción del objeto, sino porque tuvo muchas implicaciones reales. Hubo seguimiento por parte de la Guardia Civil, hubo testigos, se analizó un cristal… Pero hoy, 50 años después, muchos detalles siguen sin explicarse», subraya.
El grupo 'Charles Fort', creado en 1969 por universitarios de Valladolid, fue uno de los colectivos pioneros de investigación ufológica en España y también se desplazó a la zona acompañado por el dominico y ufólogo Padre Felices y el periodista Juan José Benítez. Realizaron distintos experimentos con cristales y proyectiles para intentar reproducir el agujero que mostraba el tractor. Todo sin éxito. Se documentaron también otros avistamientos anteriores y posteriores en la zona, como resplandores en los cielos cerca de unas antiguas marraneras próximas a la finca.
La salud de Emiliano se empezó a resentir
Emiliano, que hasta entonces había sido un hombre con una salud de hierro, empezó a ver cómo su cuerpo se resentía, concretamente su lado izquierdo, lado por donde recibió el disparo de aquel objeto. La familia contaba que primero fue la vista, luego el oído y más tarde una parálisis. Le acabaron detectando un tumor en el cerebro y murió a los 52 años, el 8 de junio de 1978. Su familia aseguraba en aquel momento que el aparato fue el culpable de su fallecimiento. El investigador Nando Domínguez se pregunta si la muerte del agricultor fue una coincidencia o si tuvo relación con el supuesto haz de luz que lo alcanzó aquel día. «Aquí tenemos un caso que no solo cuenta con un testigo directo, sino con una víctima. Una persona que cambió tras su experiencia, que enfermó y murió. Es un caso de contacto con consecuencias físicas, psicológicas y sociales», añade.
Son muchos los que todavía recuerdan aquellos hechos. Antonio García, de 74 años, es uno de ellos. «Yo conocía a Emiliano, al que apodábamos 'El Pescadilla' y fui uno de los primeros en hablar con él tras lo sucedido. Me lo encontré sentado en el poyo de la ermita, con la cabeza agachada, y al principio ni hablaba, ni nada. Y el tractor estaba ahí parado. Era un John Deere 2020. Uno de esos antiguos, con la cabina abierta por detrás. Cuando arrancó a hablar algo empezó a decir: «me han disparado, que me han disparado». «¿Pero cómo te van a disparar?», le decíamos. 'Que sí, que ha estado volando alrededor mío', respondía», relata Antonio, que en aquel momento tenía 24 años. «Yo vi el agujero en el cristal del tractor. Era redondo y perfecto. Es imposible que aquello lo hiciera una bala. Se hubiera roto todo el cristal», opina.
Jesús Pérez también tiene los recuerdos muy bien marcados. «Yo era un crío entonces. Tenía 12 años y Emiliano estaba muy asustado. Estaba fatal y en el pueblo había mucho temor por lo que estaba pasando», relata. Tanto Antonio como Jesús, confían a pies juntillas en el testimonio de Emiliano porque ambos han sido testigos de avistamientos. «Estando con mi novia, a mí me pasó una cosa parecida. Se nos apareció un objeto volador no identificado, que bajó de repente y se fue. Nos vinimos para casa los dos casi llorando porque no sabíamos lo que habíamos visto. Llevamos muchos años sin ver nada en esta zona, pero sea lo que sea, existe. Yo le doy la razón a Emiliano y a todos que digan lo contrario, les diré que sí que existe», relata Jesús. «Hace dos o tres meses, a la una de la mañana, encima del polideportivo de Morales de Toro, mi mujer y yo vimos una cosa ovalada con luces amarillentas. Cuando íbamos a parar, desapareció», comenta también Antonio. «Nosotros creemos a pies juntillas lo que le ocurrió a Emiliano. ¿Cómo no íbamos a hacerlo si nosotros mismos también hemos visto cosas raras en el cielo? Él no era un hombre que se inventara historias. Le vimos cambiar de forma radical después de aquello», afirman ambos.
Hoy, la Parcela 21 es un terreno sembrado de pistachos y nada en su aspecto revela que allí ocurrió uno de los encuentros más intrigantes de España con un objeto volador no identificado. «Dicen que hoy en día, muchos tractores cuando pasan por allí, se les encienden las luces o los intermitentes, como si quedara algo de radiación de antaño», cuenta Jesús.
El caso es que, a 50 años de aquel encuentro, son muchas las preguntas que siguen sin respuesta y lo único seguro es que aquel día de 1975 la vida de Emiliano Velasco Báez cambió para siempre. «Aquello le mató», sentenciaba su viuda, según relata una crónica de El Norte de Castilla de 2004.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión