Valladolid
Ama el Pisuerga recupera el mirador de Tenerías tras 24 años de abandonoLa asociación ha habilitado un local que acogerá talleres medioambientales bajo la estructura metálica, que desde que se levantó en 2001 ha sido pasto de los botellones
La puerta que echa el cierre a la nueva caseta que la asociación AMA el Pisuerga ha inaugurado este martes en el margen izquierdo de ... la ribera del río, forma parte de uno de los múltiples botines que los miembros de este colectivo ambientalista han recuperado de las aguas en cada limpieza que acometen los fines de semana. Luce pintada y restaurada, «parece otra», resume Soco Ortega, Tesorera de la Asociación, que presume del trabajo en equipo llevado a cabo de forma altruista por un equipo de unas cinco personas liderado «por un carpintero ya jubilado», que se han afanado en dignificar un espacio abandonado en la zona de Tenerías. Un mirador ornamental levantado en 2001 durante los trabajos de rehabilitación de los senderos de la margen izquierda del Pisuerga, que hasta ahora había sido pasto para grafiteros y botellones.
Un aprovechamiento que resume muy bien la esencia de este grupo de apasionados del Pisuerga, que a raíz de la pandemia comenzó a juntarse para poner en valor un río y un entorno que consideran un tesoro desaprovechado. Con esa finalidad se embarcaron también en la empresa de conseguir una embarcación dotada con elevador para extirpar la basuraleza de cada rincón del cauce valorada en 25.000 euros y que, bautizada como la Guardiana del Pisuerga, fue presentada en sociedad en pasado mes de junio. Y este martes ponían la guinda a la temporada, con la culminación de un segundo proyecto, por el que han desembolsado cerda de 8.000 euros y al que han dedicado «muchas horas» durante el último año.
«Lo han ido haciendo a disponibilidad, este señor se ha involucrado muchísimo», agradece la tesorera, sobre unos trabajos que han supuesto recubrir con más de dos toneladas de madera -en su mayoría donadas por la empresa Sonae Arauco, aunque también han tenido que asumir la compra de material-, un local de 19 metros cuadrados «por dentro y por fuera».
En el entorno, frente al local, han pintado las paredes para extirpar los grafitis que las ensuciaban. Y en la parte superior, para disfrute de todos, se ha despejado el mirador de maleza y cristales de botellas rotas. Todo a punto, a excepción de culminar la reforma con una gran cristalera que permita proteger el local de la lluvia y el viento «sin perder unas vistas tan bonitas al Pisuerga», que abordarán cuando consigan más fondos para ello.
El mirador

La sede



«El entorno está muy bonito y la estructura ha quedado bastante sólida», presumen, tras una inauguración en la que, tanto el equipo de Gobierno local -a la misma han acudido el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, el edil de Medio Ambiente, Alejandro García Pellitero y la regidora de Deportes, Mayte Martínez- y el resto de asistentes han quedado «encantados» y sorprendidos con «el cambio que ha pegado la zona».
Un año de trabajos
«No se esperaba», asegura Soco, sobre el antes y el después de un espacio que se encontraron «muy sucio, lleno de pintadas» y con un olor nauseabundo, pero en el que encontraron una oportunidad. «Vimos la posibilidad de tener ahí nuestra sede y utilizarlo para hacer talleres con un cerramiento que no sería muy costoso», explica Soco. Se pusieron manos a la obra por estas fechas y en julio del año pasado se presentó el proyecto al Ayuntamiento, con el que han logrado una cesión inicial por tiempo de cuatro años, que esperan sea prorrogable por muchos años más ya que ha supuesto un «lavada de cara» de una zona solitaria por la noche.
El espacio, que cuenta con un aforo aproximado de unas 40 personas, además de constituir la sede de la asociación, estará destinado a la elaboración de talleres medioambientales con colegios y otras asociaciones con las que mantienen estrechas colaboraciones, pero abiertos a todo el que quiera participar. Desde actividades de manualidades como construcción de cajas nidos u hoteles para insectos, a pinturas que ayuden a proyectar «cómo está la ribera» y a visualizarla en el futuro. Para ello ya disponen de «mesas, pizarras o tableros«, procedentes de la escuela de arte, que ha cambiado su sede, pero también de donaciones del Ayuntamiento y de particulares. Habrá que esperar, eso sí, a mediados de septiembre para verlo en funcionamiento, cuando retomarán la actividad tras un breve parón veraniego.
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