Ajuste laboral en Francia y cierre de cuatro centros

Debilitado por el escándalo de su expresidente Carlos Ghosn, Renault anunció en febrero sus primeras pérdidas en una década y la crisis de la covid-19 ha terminado por dejar tocada a la compañía.

«Este proyecto es vital», declaró Clotilde Delbos, consejera delegada. Los 5.000 millones en préstamos garantizados que ha ofrecido el Gobierno francés para no dejar caer al fabricante, una de las joyas de la industria gala, no parece que vayan a frenar las reducciones de plantilla en el país, donde se prevé un recorte de 4.600 de sus 48.000 puestos.

Afectarán a cuatro plantas: Caudan, Choisy-le-Roi, Dieppe y Maubeuge. Algunas se reconvertirán en «centros de excelencia» para la fabricación de vehículos eléctricos.

Renault iniciará la semana que viene un diálogo con sindicatos y el Estado, que ostenta el 15% del capital y ha condicionado el préstamo a que se ofrezcan «garantías sobre el futuro de los trabajadores», informa Paula Rosas.