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Abucheos, aplausos, interrupciones y catorce llamadas al orden en un pleno bronco«Las sesiones plenarias serán públicas». Es lo que se recoge en el reglamento del Ayuntamiento de Valladolid. Solo hace falta presentar el DNI a ... la Policía Municipal y buscar sitio en el palco, con vistas a todo el salón de plenos desde arriba. Se puede hacer en cada sesión plenaria, sea ordinaria o, como la de este lunes, extraordinaria. Esta vez, la mayoría de las personas que han hecho este procedimiento eran integrantes de la plataforma del soterramiento del ferrocarril, a tenor de las camisetas blancas que portaban con mensajes a favor de la obra y carteles de «No al muro». La sesión comenzó con la intervención de hasta 18 asociaciones de la ciudad, que en total alargaron sus discursos durante una hora y media. Todas ellas, con la excepción de tres, mostraron su apoyo al soterramiento.
El orden fue el siguiente. Intervención de varios minutos en contra de la integración, a favor de soterrar las vías, con varias opiniones sobre la nueva estación, cada colectivo con sus motivos concretos, y rematados por un aplauso que salía desde el graderío. Aquí, sin problema. Hubo que esperar diez intervenciones para que el sonido final del discurso cambiara las palmas por los abucheos. Los primeros murmullos llegaron durante las palabras de Isabel Pérez, de la Federación Local de CGT en Valladolid. Justo cuando habló del «despilfarro del soterramiento». El runrún terminó en abucheo y en la primera llamada al orden del alcalde, Jesús Julio Carnero. «Por favor, silencio». Fue la primera de muchas.
La siguiente, a los pocos minutos, durante las palabras de María de la Concha Morán, de la Asociación Vecinal Rondilla, que defendió la integración y alguna de sus últimas obras. «En Panaderos y en Labradores se ha actuado bien», dijo. Y de nuevo, más abucheos desde el palco. Segunda llamada al orden. Finaliza la portavoz y desde el graderío una mujer exclama. «¡Soterramiento, bonita!». Y otra vez, Carnero. «Silencio, por favor». Después, volvieron los aplausos, con más discursos favorables al soterramiento, hasta la última intervención, la de Ecologistas en Acción. Esa fue la tónica durante los noventa minutos en los que las 18 asociaciones defendieron sus posturas en la sesión plenaria.
Comenzaron entonces las intervenciones por parte de los grupos municipales. Primero con Rocío Anguita, de Valladolid Toma la Palabra. Su discurso fue interrumpido hasta tres veces. La primera, cuando recordó los 400 millones de deuda que dejó el proyecto de 2011. La segunda, cuando incidió en uno de los argumentos de los partidarios del soterramiento, el de que las vías separan los barrios de mayor o menor renta. «También hay pobreza al otro lado del Pisuerga o de la Esgueva». Y una última, cuando terminó su intervención.
Siguió después Víctor Martín, de Vox. Su discurso fue recibido con aplausos por parte de los asistentes en el graderío, también para aquellos cuya temática escapaban del debate principal y motivo de la celebración pleno extraordinario, la compatibilidad de la nueva estación de trenes con un hipotético soterramiento. Tras su intervención, Carnero ya había pedido silencio y tranquilidad al público hasta siete veces. Lo mencionaría más tarde Pedro Herrero, del PSOE. «A los concejales se nos puede llamar al orden máximo tres veces», recordó. El primer revuelo durante su intervención llegó cuando definió a la estación como una que Valladolid «necesita». Y después, otra vez más, por poner sobre la mesa el proyecto de la rotonda de San Agustín. «Ya han visto que el señor del PSOE les quiere escuchar», dijo entonces el alcalde. Más abucheos. «Es una vergüenza, señor alcalde», espetó Herrero.
Terminadas las intervenciones de los grupos políticos -no hubo revuelo durante el discurso de Alberto Gutiérrez por parte del PP, sí aplausos-, el resumen es este. Aplausos para el soterramiento, abucheos para lo contrario. Finalizada la primera ronda, el número de llamamientos al orden por parte del alcalde ya eran doce. El turno de respuestas fue interrumpido hasta en dos ocasiones, también durante la intervención de Pedro Herrero. El último episodio de reproches desde el palco llegó hacia el final de su intervención, cuando la mayoría de los asistentes se marcho del graderío. «No nos tiene ningún respeto», recriminaron al portavoz del PSOE. Ya era más de mediodía.
Los presentes en el graderío se marcharon hasta que Herrero finalizó su intervención, momento en que Carnero arrancó con la suya, que se alargó durante media hora. En total, la sesión del pleno extraordinario terminó con catorce llamadas de atención por parte del alcalde. La gran mayoría, por reproches y recriminaciones a las opiniones contrarias al soterramiento.
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