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Un abril muy cálido y lluvioso eleva el superávit hídrico anual al 65% en Valladolid

Abril, de entrada, dejó 48 litros por metro cuadrado, concentrados en su mayoría en torno a los días de Semana Santa –solo se salvó el Jueves Santo– y repartidos en catorce días con precipitaciones apreciables. Esta cantidad es prácticamente la habitual para el mes, tan solo medio litro por debajo (48,5 litros), respecto a la media del periodo de referencia de los años 1990-2020. El recién concluido mes, no obstante, ha sido el único del presente año que no ha dejado un superávit. Sí lo hicieron enero (78,4 litros), febrero (34,8) y marzo (85).

Pero mantuvo el tipo y permite sumar a día de hoy 246,2 litros por metro cuadrado recogidos hasta la fecha en 2025, el 65% más de lo normal para estos cuatro primeros meses, conforme al citado periodo de referencia (149,3), y más de la mitad, de largo, el 57%, de la cantidad esperada para todo el año (433,4), según los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El pasado abril, además, fue notablemente más cálido de lo habitual y rompió así lo ocurrido en marzo, el único mes del presente año que fue ligeramente, solo eso, más frío de lo habitual. Enero y febrero, por su parte, también fueron mucho más caluroso de lo normal. En cuanto a abril, la temperatura media alcanzó los 13 grados, 1,7 por encima de lo habitual, lo que sitúa a este mes como el sexto más cálido del siglo XXI y el segundo más caluroso de los últimos cinco, solo por detrás del abril de 2023 (14,4 grados de media). El récord de absoluto lo ostenta dicho mes de 2011, que dejó una inusual temperatura media de 14,9.

Durante el mes pasado hizo calor, sí, pero de manera desigual. Los días más fríos, y también los más lluviosos, coincidieron con los de la Semana Santa, cuando se registró la temperatura mínima más baja del mes, con 1,2 grados, alcanzado el día 16, que fue también la jornada más fría. Antes y después de dicha semana (de Pasión) se superaron en doce jornadas los veinte grados, con un pico de 25,1, el más alto del presente año, registrado el día 25. Tanto las temperaturas máximas como las mínimas fueron por igual más elevadas de lo habitual, con una media de 19,5 en el caso de las primeras (lo normal son 17,5) y de 6,8, las segundas (lo habitual son 5,2). No se registró ningún día con heladas.

¿Y qué ocurrirá en mayo? Pues el mes ha comenzado con la misma inestabilidad que cerró abril y que continuará durante los próximos días, coincidiendo con el puente (escolar) del 1 de mayo. Para hoy, de hecho, se espera una jornada pasada por agua, con acumulaciones importantes fruto de chubascos que podrían ser puntualmente fuertes. Las temperaturas, en paralelo, descenderán también ligeramente, aunque continuarán suaves, con máximas en torno a los veinte grados. Durante el fin de semana también se esperan, aunque menos copiosas, más precipitaciones. Y también para el lunes siguiente. Después se atisba una pequeña tregua de precipitaciones, eso sí, con el mercurio por debajo de lo normal, en torno a quince grados.

Las previsiones estacionales de la Aemet para el próximo trimestre (mayo, junio y julio) apuntan a que será notablemente más cálido de lo habitual en territorio vallisoletano, con una probabilidad de entre el 50% y el 70%; sin una tendencia clara en cuanto a las precipitaciones. La capital, no obstante, cuenta por ahora con reservas hídricas más que suficientes.