Abortan el intento de fuga de un interno psiquiátrico de la prisión de Villanubla que logró escalar el muro
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El recluso aprovechó el paseo por el campo de fútbol para escabullirse y se hirió brazos y piernas con las concertinas metálicas cuando saltóIba a salir de permiso en septiembre, tras encadenar tres condenas de 32 meses en total desde el mes de abril que entró en el centro penitenciario de Villanubla, pero tras su intento frustrado de fuga tendrá que esperar a dejar atrás las rejas un poco más de tiempo. Nadie sabe con exactitud qué impulsó a Santiago J. Z., de 34 años, cuando le queda tan poco tiempo para cumplir la cuarta parte de su pena, a escabullirse y escalar el muro para salir corriendo. Un esprint corto, porque la Guardia Civil no tardó en interceptar al fugado, que terminó en la enfermería, donde le tuvieron que poner 70 grapas en brazos y piernas, acuchillados por las concertinas metálicas, la versión moderna del alambre de espino. Este viernes por la mañana, el recluso «todavía cojeaba un poco» porque se hizo daño al caer a la zona del aparcamiento, donde fue apresado por los agentes en el segundo recinto.
Al recluso tuvieron que colocarle 70 grapas en las heridas que sufrió al tratar de sortear las alambradas del primer recinto tras trepar el muro
Explica el secretario de organización de Acaip, Ignacio Hernández, que el joven recluso, que está en segundo grado penitenciario, tiene sobre sus espaldas delitos de quebrantamiento de la condicional, maltrato a sus progenitores y atentado a la autoridad y participaba en un programa de Instituciones Penitenciarias específico para internos que padecen trastornos mentales (PAIEM, Programa de Atención Integral al Enfermo Mental). «Este programa de actividades es voluntario y los participantes salen con un funcionario, en grupos de diez o quince, durante un tiempo y en días concretos al campo de fútbol para airearse un poco, correr y hacer actividades al aire libre», explica Hernández.
El intento de fuga de Santiago J. Z. se produjo en torno a las 18:30 horas de este martes, en un momento en el que el funcionario a su cargo se ocupaba de otros internos. Consiguió escabullirse, atravesó la zona ajardinada y consiguió escalar el muro a la altura de la garita número cinco, recorrió varios metros por la estrecha zona superior hasta la garita dos y saltó hasta el aparcamiento, no sin antes herirse en brazos y piernas con las alambradas, según han informado fuentes penitenciarias. Uno de los vigilantes de seguridad fue el primero en ver escalar al preso por el muro y dio la voz de alarma, aunque según relata el sindicato de funcionarios de prisiones Acaip fue el mismo funcionario que tenía el grupo de presos a su cargo quien avisó de manera simultánea a los agentes de la Guardia Civil, quienes consiguieron atraparlo y después lo trasladaron a la enfermería para que le curaran los cortes y la contusión en la cadera que sufrió al golpearse contra el suelo tras el salto.