La ministra Tejerina dice que se ha redoblado la vigilancia para evitar más casos por la gripe aviar en España

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ha manifestado que el personal de su departamente ha redoblado la vigilancia para evitar que los casos de gripe aviar se propaguen por España. Hace unas semanas se detectó en una primera explotación catalana el virus H5N8, una enfermedad que afecta a las aves pero que, según las autoridades, no hay riesgo para la salud pública,

"En Castilla y León, se detectó primero en fauna salvaje pero redoblamos la vigilancia. Francia es un país que tiene una presencia de gripe aviar importante, y hemos redoblado el programa de vigilancia. En Cataluña se localizaron en una explotación casos de influencia aviar y en todas aquellas que tenía relación se han sacrificado las aves. Es una enfemedad animal que no afecta para nada a las personas, pero que sí que hay que adoptar todas las medidas correspondientes", explicó la ministra durante una visita a la feria de animales Fimascota, que este domingo 26 concluye en Valladolid.

La Generalitat de Cataluña ordenó esta semana el sacrificio de más de 7.000 patos de seis granjas de las provincias de Girona y Barcelona que recibieron animales de la explotación de San Gregori (Girona), donde ya se han sacrificado más de 17.000 aves tras detectarse un foco de gripe aviar.

Por lo que se refiere a Castilla y León, García Tejerina indicó que la enfermedad animal "se detectó en la Laguna de la Nava, en Fuentes de Nava (Palencia), durante el programa de vigilancia en el que aparecieron algunos ejemplares de fauna salvaje". Esta laguna es un humedal completamente artificial, con una extensión de 307 hectáreas, que fue recuperado y está siendo gestionado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Durante el verano, a pesar de estar casi seca, la Nava sirve de refugio a varios miles de azulones mudando y hasta 900 cigüeñas blancas. Además también se crían avefrías, cigüeñuelas, rascones, polluelas y fochas.

Existe un protocolo de la Unión Europea, que se aplica de común acuerdo con las comunidades autónomas, que implica el sacrificio de las aves en aquellas explotaciones en las que se detecta el virus. Tejerina insistió, según estas medidas, que cuando se detecta algún caso no hay otro remedio que proceder a dar muerte a los animales para evitar la propagación.