Las asociaciones de comercio, ajenas a la protesta por posibles peatonalizaciones

Las dos asociaciones de comercio de la ciudad Avadeco y Fecosva se desmarcaron ayer de la protesta protagonizada por algunos empresarios de la zona centro contra las propuestas de peatonalización que se incluyen en el PGOU y el Plan de Movilidad. Los representantes de Avadeco se reunieron ayer con el concejal de Urbanismo y se mostraron «sorprendidos» por la postura de los propietarios de estas tiendas cuando no hay nada decidido y el Consistorio está abierto al diálogo con el sector desde el primer momento. «Este Ayuntamiento no está escuchando y tenemos que agradecer su actitud en asuntos como el freno a la ampliación de Vallsur o el mantenimiento de los juzgados en el centro», subrayó Luis del Hoyo. A juicio del secretario de la asociación, es compatible la puesta por el transporte público y por el uso de la bicicleta con mantener unos mínimos de accesibilidad en vehículo privado al centro urbano.

Luis del Hoyo cree que los comerciantes «han cambiado la visión negativa» que tenían de la peatonalización y puso el ejemplo de Montero Calvo, que de ser una vía «vulgar» cuando había tráfico ha pasado a ser una «interesante desde el punto de vista comercial con un buen nivel de ocupación». Del Hoyo adelantó que Avadeco considera que la calle Regalado podría ser susceptible de ser reservada en exclusiva para los viandantes. «Presenta una cierta debilidad y creemos que se podría estudiar, aunque previamente habrá que analizar los pros y los contras; su tráfico es residual y es zona de residentes, las consecuencias no serían muy negativas», aseguró.

El presidente de Fecosva, Javier Labarga, también mostró su extrañeza por la protesta. «Es ponerse la venda antes de la herida y precisamente este equipo de gobierno nos escucha y dialoga», dijo. Labarga recalcó que los comerciantes de la Plaza Mayor «están encantados» con que se elimine el tráfico de autobuses y taxis en este espacio y sobre futuras peatonalizaciones avanzó que las analizarán con sus asociados, aunque matizó que «en principio al comercio no les gustan».