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Cuando la meditación se convierte en una manera de ganarse la vida

Cuando la meditación se convierte en una manera de ganarse la vida

Jorge García Cardaba y Lara García Jiménez, Ser Ayurveda

Laura Negro

Domingo, 27 de marzo 2016, 22:39

Afirman que conocerse supuso una total transformación y punto de inflexión en sus vidas. Llevan como pareja dieciocho años y uno como socios de su nuevo negocio. Ellos son Jorge García y Lara García, gerentes de Ser Ayurveda, un centro donde se ofrecen técnicas y cuidados de belleza con productos naturales y ayurvédicos, procedentes de la medicina tradicional india, y donde también se imparte yoga, meditación y programas de mindfulness personalizados.

Tras 20 años trabajando por cuenta ajena en la estética convencional, para Lara este sector no tiene ningún secreto. Siempre fue muy inquieta de mente y amante de aprender remedios tradicionales y caseros de belleza y salud. «Mis clientas me decían que debía ponerme por mi cuenta y siempre lo iba retrasando, hasta que empezó a apetecerme hacer cosas diferentes y tener mi propio negocio», explica esta emprendedora, que desde hace 12 años trabaja como terapeuta ayurvédico tras formarse con maestros como Deva Paksha, Mahest Patil y Swami Joythimayananda

La vida laboral de Jorge comenzó por otros derroteros. Durante años ejerció como delineante industrial para diferentes empresas y en 2001 comenzó a formarse en quiromasaje, lo que le llevó a descubrir su verdadera vocación. A partir de ahí llegaron otros muchos títulos, el de técnico en Ayurveda, el de profesor de yoga, el de instructor en mindfulness e incluso el de integrador social. «En 2010 me quedé en paro y decidí cambiar el rumbo de mi vida. Para mí ha sido una transformación completa y muy compleja. Yo antes era una persona con muchos miedos y este nuevo camino de la meditación y las técnicas de ayurveda me han servido para desarrollarme como persona y descubrir otras cualidades que tenía dormidas, como la inteligencia emocional», recalca Jorge.

Llevaban tiempo con la intención de montar un negocio juntos pero nunca encontraban el momento adecuado para ponerlo en marcha. «Los dos pensamos que para trabajar con las personas antes es necesario trabajarse a uno mismo. Durante años hemos ido sembrando hasta que el año pasado decidimos abrir Ser Ayurveda». En aquel momento, Lara tenía su centro de estética natural en la calle Arribas compartido con su hermana y Jorge estaba como autónomo y se dedicaba a dar clases de yoga en un local alquilado. Decidieron aprovechar el local que Lara compartía con su hermana, reformarlo y emprender su nuevo camino juntos. Él se encargó de los planos del diseño del local y sus amistades les ayudaron con la remodelación. Pronto lo tuvieron todo listo y en febrero del pasado año inauguraron su nuevo negocio.

Entre su lista de servicios destacan los masajes relajantes, el de cuatro manos, el hawaiano, el del piedras lávicas, cacao, pindas, quiromasaje y reflexología podal, aunque el más solicitado es el masaje ayurveda. «No solo trabajamos lo físico para atenuar las dolencias, sino que intentamos remover lo que la persona lleva en su interior, es un trabajo más a largo plazo en el que se busca la causa que provoca el dolor y que normalmente suele ser emocional», aclaran.

Jorge y Lara aplican todas estas terapias, la meditación y buenos hábitos en su día a día, de esta manera consiguen disciplinar cuerpo y mente, equilibrar las emociones, fortalecer el sistema inmunitario y regularizar el reloj biológico, «nos ayuda a mantener un bienestar general», explican. Y además de ponerlo en práctica en su vida personal, desde su centro Ser Ayurveda imparten talleres prácticos para demostrar a sus clientes que «la meditación es un camino precioso y perfecto para conectar con uno mismo. Hay que ser consecuente y en nuestro caso queremos transmitir que lo que nosotros practicamos a nivel profesional, también lo llevamos a la práctica en nuestra vida diaria. Todos los días nos levantamos a las seis de la mañana para meditar y nunca dejamos de formarnos», recalcan. También dan clases de yoga y organizan retiros, como el que tienen preparado para mayo para familias en Caños de Meca.

En su centro ofrecen servicios de estética alternativa como presoterapia natural, peelings, cuidados para la piel, siempre con productos realizados con materias primas naturales y ecológicas cuyas firmas colaboran con fines sociales. «La acogida que hemos tenido ha sido excelente. Nuestros clientes ven que estamos al pie del cañón, que nos implicamos mucho y que les ayudamos en su desarrollo físico y personal», subraya la esteticista.

Lo que mejor les está funcionando a la hora de darse a conocer es el boca a oreja, ya que afirman que «el que prueba, repite», y también se apoyan en redes sociales.

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