Carlos Aganzo homenajea a la historia de Villalba de los Alcores

En Villalba de los Alcores, ante la presencia de un gran número de vecinos, Manuel Gutiérrez, alcalde en funciones, junto a su corporación municipal y el diputado provincial Artemio Domínguez, presentó al pregonero de este año, Carlos Aganzo. El periodista, ensayista y poeta, además de director de El Norte de Castilla, con su evocador pregón, consiguió dibujar sonrisas, arrancar emociones y avivar recuerdos a los villalbenses allí presentes.

Una intervención, la de Aganzo, que sirvió para enriquecer un programa de fiestas ya de por sí muy notable. Algo tuvo que ver su amplia experiencia en los atriles, no en vano fue pregonero de la Semana Santa de Valladolid en 2014 y en la de Medina de Rioseco en 2012.

El director de El Norte disfrutó del pregón e hizo disfrutar a los vecinos. Comenzó manifestando su agradecimiento por el privilegio de inaugurar las fiestas patronales en honor de la Virgen de las Fuentes, «cometido que personas ilustres han desempeñado antes que yo, sin duda con mucho más mérito. Y por hacerlo, además, no solo en nombre propio, sino también en el de quienes hacemos cada día El Norte de Castilla, el decano de la prensa en España», exponía.

Como era de esperar, Aganzo hizo alarde de su narrativa y a lo largo de su pregón no se olvidó de ensalzar las excelencias de la villa y su patrimonio histórico. Gustavo Martín Garzo, Miguel Delibes, Miguel de Unamuno, Ramón Pérez de Ayala o José Ortega y Gasset, fueron algunos de los nombres propios de la literatura que mencionó en su discurso. «Villa orante y caballeresca. Y villa noble y realenga. Pero también pueblo de campesinos, pueblo agrícola, cazador y ganadero desde entonces. Con churras, que no con merinas, las herederas de aquellas ovis aries celticus de los castellanos de la Antigüedad. Con liebres y con perdices rojas del monte, de las que tanto gustaba el cazador Miguel Delibes. Y ahora también con aerogeneradores, con industrias queseras y carpinteras, y con todos esos viejos oficios que se han ido transformando con el advenimiento de la modernidad y que aquí todavía se resisten a morir».

Se aproximó también a las Fiestas de la Virgen de Fuentes desde referencias históricas e hizo un recorrido por el tránsito de culturas que han ido hollando la villa por los siglos. Sin duda, toda una lección de historia para inaugurar estas fiestas del Corpus. Exaltó también la belleza de esta tierra comparándola con la visión que Unamuno tenía sobre Tierra de Campos, «como una trasposición de la mismísima palma de la mano de Dios. Si el espacio entre los dedos se asemeja a los surcos de una tierra labrada, durante miles de años, para buscar el pan, el preciado cereal, la elevación de la base del pulgar, un poco más alta que el resto, bien podía ser este alcor, este latigazo último de los Montes Torozos antes de rendirse a la llanura de Castilla, que da nombre a nuestro pueblo».

Como no podía ser de otro modo, Aganzo se despidió con versos, asegurando quedarse para sí con aquel momento, arropado por el público y en medio de un caluroso aplauso.

Tributo a un exalcalde

El diputado provincial Artemio Domínguez agradeció al pregonero su discurso y dio paso a un emotivo homenaje que la corporación municipal quería ofrecer a Emiliano Rico Cabezudo, el que fuera alcalde de Villalba de los Alcores durante 12 años y concejal otros tantos. «Emiliano, nos ha unido siempre una gran amistad, independientemente del color político, y nos une también el querer buscar siempre lo mejor para los nuestros», aseguró Domínguez. María del Mar y Carmen, mujer e hijas del homenajeado, le dedicaron unas palabras «por trabajar por su pueblo sin esperar nada a cambio».