La reparación de la fuga permitirá abrir Daniel del Olmo una semana después

Una pequeña fisura en la tubería fue la causante de la última y aparatosa fuga de agua registrada hace una semana en la calle Daniel del Olmo y que aún mantiene un tramo de esta arteria principal del polígono de Argales cerrado al tráfico en sentido de salida hacia el paseo del Arco de Ladrillo y la avenida de Madrid. El corte, en principio, tiene las horas contadas después de que los operarios de Aguas de Valladolid (Agualid) consiguieran reparar la avería el lunes por la tarde y comenzaran, ya de noche, las labores de hormigonado, que se prolongaron durante la madrugada del martes, cuando también se realizó el asfaltado.

Así que si todo va bien, y después de una semana de trabajos, la calle Daniel del Olmo recuperará la normalidad durante la jornada de hoy. El corte a la circulación no era menor, sobre todo, si se tiene en cuenta que esta vía conecta los paseos de Zorrilla y del Arco de Ladrillo, lo que la convierte en la principal salida del área industrial en este último sentido. Los conductores, aún hoy, tendrán que evitar el tramo cerrado cogiendo las calles perpendiculares rumbo a la avenida de Zamora o realizando un recorrido de más de dos kilómetros entre el parque de Las Norias, la estación de Ariza y la Ciudad de la Comunicación para desembocar finalmente en Arco de Ladrillo.

Sin cortes de suministro

La avería se produjo a las 12:30 horas del martes de la semana pasada y afectó a una tubería de 600 milímetros de diámetro la segunda de mayores dimensiones de la red de agua potable. La presión levantó un tramo de veinte metros cuadrados de asfalto de la calzada de Daniel del Olmo situada entre las calles Vázquez de Menchaca y Arca Real, además de anegar parte del polígono. Así que la principal salida de Argales hacia Arco de Ladrillo permanece cerrada al tráfico desde entonces.

Los operarios de Agualid abrieron una zanja de tres metros de profundidad y ayer por la mañana descubrieron que la rotura se había producido a causa de una fisura en la junta de dos tramos de esta tubería de poliéster con fibra de vidrio, es decir, de las «nuevas». La reparación, en lo que a la rotura se refiere, fue sencilla y a media tarde ya estaba tapado el socavón. «La idea es hormigonar esta madrugada y comenzar después con el asfaltado», apuntaron fuentes de Aguas de Valladolid.

La fuga, la enésima registrada en la red de agua potable este año, no causó problemas de distribución a los usuarios al tratarse de una tubería de transporte procedente del anillo mil, la conducción circular que recorre toda la ciudad, en la que puede aislarse y evitarse el tramo dañado.