Un ritual con más de dos siglos

La iglesia de Santa María de Villavicencio de los Caballeros albergó anoche el rezo de la Corona franciscana, la representación de la Pasión de Cristo que esta localidad terracampina escenifica cada Jueves Santo por la noche con calaveras, sogas y coronas. La tradición data de 1736 y la representan los hermanos de la Venerable Orden Tercera, a quienes ayer acompañaron el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, y el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, así como el alcalde de la localidad, Alberto de Paz. Esta noche tendrá lugar el Descendimiento, una representación en vivo del Descendimiento de Cristo, con una imagen articulada.