Muere un vecino de Manzanillo al recibir una descarga cuando robaba cable en Madrid

natural de Peñafiel, José Manuel Barrul Cerreduela, de 47 años, murió en la madrugada del pasado lunes después de recibir una descarga eléctrica cuando sustraía presuntamente cableado de alta tensión junto a las vías del Ave a su paso por Cercedilla (Madrid), en el camino de Camorreros. Así lo explicaron ayer fuentes de la Guardia Civil, que fijaron la hora del suceso a las 22:00 horas y que concretaron que fueron un hijo y un sobrino del fallecido los que le trasladaron al centro de salud de esta población situada al norte de la capital.

Tras tomar declaración a estos familiares, los agentes concluyeron que su versión no concordaba con los indicios hallados en las vías del tren, por lo que ahora barajan la hipótesis del robo como causa de lo ocurrido a la espera de que Adif, como propietaria de las instalaciones, se persone como denunciante.

El fallecido, además, contaba en su historial con numerosos antecedentes por robos, en su mayoría, y se da la circunstancia de que hace apenas cuatro días se cumplió el segundo aniversario de la muerte de un hermano, Rafael, que perdió la vida precisamente al recibir una descarga de 13.000 voltios cuando sustraía el cableado de una línea de alta tensión en el término de Zaratán. Un familiar informó ayer de que el cadáver será trasladado hoy a Peñafiel, donde recibirá sepultura. Allí descansa también su madre, que murió a navajazos a manos de un tercer hermano, Antonio, en 2005 fue condenado a 13 años de cárcel por ese crimen.

Caída desde la torreta

Los allegados de la víctima relataron que la muerte de José Manuel se produjo de manera instantánea tras atravesar su cuerpo la corriente de forma violenta, «entrándole por un brazo y saliéndole por una pierna, muriendo en el acto de una parada cardiaca», relató.La víctima cayó después desde lo alto de un poste de alta tensión de la catenaria que suministra electricidad al tráfico ferroviario.

José Manuel Barrul Cerreduela era en la actualidad el patriarca de esta familia asentada en Manzanillo desde hace casi 15 años, un clan al que los vecinos responsabilizan de multitud de robos en la localidad y de sembrar la inseguridad en sus calles. Los residentes, de hecho, reclamaron el pasado domingo una mayor vigilancia en la zona y lamentaron la pasividad de las autoridades.

La víctima fue vista por algunos vecinos la misma tarde del lunes paseando por un camino junto a sus hijos. Uno, en concreto, relata que fue, incluso, a su casa para pedirle una botella de agua, que le entregó, para preparar un biberón para un nieto nacido recientemente y que, junto a un hijo y su nuera, también comparten techo con su familia.

Vivir tranquilos

Otro vecino de Manzanillo, localidad que cuenta con solo 64 habitantes, señaló que no se alegra del mal de nadie, ya que «se trata de un ser humano errado, equivocado» y, casi en los mismos términos, se manifestaba otro residente: «No deseamos el mal a nadie, pero lo que queremos es vivir tranquilos».

El finado pertenecía a una familia oriunda de Peñafiel que hace quince años fue desterrada de este municipio tras un tiroteo en el que participó otro de sus hermanos menores, Enrique, y por el que fue condenado a siete años de cárcel por el intento de homicidio de un primo. Los Barrul Cerreduela recalaron entonces en su actual enclave de Manzanillo, próximo a su localidad natal, y desde su llegada se han sucedido las protestas de los vecinos debido a una permanente oleada de robos.

En el 2009, José Manuel se vio en vuelto en otro tiroteo en el que resultó herido su hijo mayor, quien le protegió con su cuerpo de las postas disparadas por un pariente.