Ingresa en la cárcel el conductor que causó una muerte en Cogeces de Íscar

El primer accidente mortal registrado después de una larga racha de 96 días sin víctimas en las carreteras de la provincia ocultaba detrás mucho más que una simple colisión. El conductor del turismo que el domingo arrolló por detrás la furgoneta del fallecido en la entrada de Cogeces de Íscar ingresó ayer en la prisión provincial imputado por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas en concurso con un segundo delito de homicidio imprudente, según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil y judiciales.

El acusado, un vecino de Megeces el pueblo de al lado de Cogeces de Íscar de 43 años e iniciales J. M. M. M., dio positivo por alcoholemia y, además, también por consumo de sustancias estupefacientes (al parecer, cocaína y anfetaminas), según los resultados de la prueba del etilómetro evidencial y del test de drogas.

Hasta cuatro años de cárcel

Los agentes investigan ahora si, a mayores, podía circular a una velocidad excesiva por una vía como la VP-1102 limitada a 90 kilómetros por hora dada la virulencia del impacto entre el Audi A-5 que conducía el ahora encarcelado y la furgoneta, una Peugeot Partner, de la víctima. Sea como fuere, el vecino de Megeces fue detenido y ayer, después de prestar declaración ante la jueza de guardia, su titular acordó decretar su ingreso en prisión sin fianza, como había solicitado la Fiscalía.

La magistrada ordenó, además, la retirada cautelar del carné de conducir del imputado y el decomiso de su coche. El sospechoso, J. M.M.M., alegó en su declaración que sí llego a frenar, pero que no pudo evitar la colisión por alcance contra la furgoneta de la víctima, José María B. Z., de 60 años, que presumiblemente habría aminorado para tomar el desvío hacia su pueblo, Cogeces de Íscar. El único ocupante de la Peugeot Partner salió despedido fuera del habitáculo al no llevar abrochado el cinturón de seguridad y perdió la vida en el acto sobre la calzada.

Las fuentes judiciales consultadas apuntaron que el hecho de que la víctima circulara sin el cinto sería, en principio, irrelevante en cuanto a la acusación sobre el conductor del turismo, si bien reduciría sensiblemente la posible indemnización.

J. M. M. M. se enfrentaría, de confirmarse los positivos por alcohol y drogas y el posible exceso de velocidad, a una pena de prisión que oscilaría entre los dos años y seis meses y los cuatro años, además de a la retirada del carné durante seis años. Eso a pesar de que el positivo por alcohol fue relativamente bajo, ya que arrojó sendas tasas de 0,39 y 0,41 miligramos por litro de aire espirado, cuando el límite legal es de 0,25 y el delito se considera a partir de 0,60.

En el siniestro, al margen de cuestiones legales, perdió la vida Miguel Ángel B. Z., un hombre casado y con dos hijos que residía en Íscar, donde trabajaba, pero natural de Cogeces.