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carla calvo
Valladolid
Jueves, 26 de septiembre 2019, 07:15
Embarcados en un sistema que induce al consumo masivo, saturados por los constantes estímulos de las nuevas tecnologías que muestran algo nuevo que comprar cada segundo, la 'moda rápida' o 'fast fashion' se ha convertido en un peligro para el medio ambiente. Producir una única camiseta de algodón requiere un gasto de 2.700 litros de agua, la cantidad suficiente para dar de beber a una persona durante dos años y medio, según datos del Instituto de Recursos Mundiales. Además los patrones del mercado han cambiado y el consumidor medio compraba en 2014 un 60% más de ropa que en el año 2000. Sin embargo, cada prenda se conserva ahora la mitad de tiempo que hace años. Se estima que si el consumo de recursos sigue aumentando en esta escala, en el año 2050 se necesitarán tres veces más recursos naturales que hoy en día.
Por todo esto se dice que el 'upcycling' puede ser lo que salve la industria de la moda. Este neologismo procede de la unión de los términos mejorar lo que ya se tiene ('up') con reciclar ('recycling') y consiste en reutilizar prendas de segunda mano y personalizarlas para darles una nueva vida. Así puede parecer que se estrena ropa sin necesidad de comprar nuevos productos, haciendo uso de prendas que ya no se usaban. Porque uno de los problemas actuales es que se compra mucha más ropa de la que realmente se usa. En un artículo de 'Vogue' se define el 'upcycling' diciendo que «lo que siempre se consideró anti-moda se volvió la salvación de la moda». Esta corriente forma parte de lo que se conoce como moda sostenible, 'moda lenta' o 'slow fashion' y permite seguir las últimas tendencias sin tener que consumir nuevos productos.
En España existe el proyecto 'Upcyclick' que pretende poner en contacto a diseñadores y modistas con seguidores de las tendencias que quieran customizar sus prendas de ropa. Para el equipo detrás de este proyecto «la moda y la sostenibilidad no se entienden la una sin la otra», por lo que pretenden facilitar a la gente el poder darle una segunda vida a sus prendas de ropa, pero también contribuir a la reducción del impacto medioambiental de la industria de la moda. Se trata de una plataforma de consumo colaborativo que forma parte de la economía circular que tan de moda está en los últimos tiempos.
La moda de segunda mano llegó este verano a la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) de la mano de la diseñadora María Escoté junto con la plataforma de compraventa de artículos usados Wallapop. Se trata de la primera colección de segunda mano que llega a las pasarelas.
Con sus diseños únicos María Escoté le dio una segunda vida a estas prendas, usando piezas de segunda mano que reconvirtió en nuevos diseños. Con el título 'Walla Bibidi babidi bu!' la colección se enmarca dentro de la idea del consumo responsable y de la reutilización de la ropa. Esta colección, que solo se pudo ver durante la pasarela y no se puso a la venta, se trataba de, en palabras de la modista, «desmontarlas y crear unas nuevas prendas con una nueva historia».
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