Del ocre al sinople
PPLL
Jueves, 7 de abril 2011, 02:23
Verdeguea la Tierra de Campos como si toda ella hubiese sido forrada con una alfombra sinople. Durante unas pocas semanas, ese será el color dominante en el paisaje, un verde intenso que ocultará su color natural, el del barro. El ocre de sus arcillas solo lo apreciaremos como testigo en las ruinas güeras de algunos palomares caídos, en otros perfectamente rehabilitados y en las fachadas y tapiales de algunas casas y corrales, las pocas que quedan de adobe y trulla.
Mazuecos de Valdeginate, que es un pueblo de Tierra de Campos, todavía conserva mucho de eso. También dicen las crónicas que allí hubo un monasterio de la orden trinitaria y un hospital dedicado a San Sebastián. Su iglesia parroquial esta dedicada a San Miguel, y, según parece, perdió una gran parte de su torre debido al terremoto de Lisboa, ocurrido a mediados del siglo XVIII.
En su enladrillada fábrica destaca la buena labra de su portada plateresca, y en el interior, sus ya característicos -por abundantes en esta zona terracampina- artesonados mudéjares, así como su retablo mayor barroco sin dorar, el plateresco de la nave del Evangelio, y el renacentista de la Epístola.
Asimismo, y no muy lejos del pueblo, se localiza la ermita del Santísimo Cristo de Arenillas, que en otro tiempo fue la parroquia de un poblado medieval que allí existiera y que respondía al nombre de Arnillas (colmenas), por el que anduvieron en pleitos Mazuecos y Cisneros.
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