Ajedrez cósmico

Hace doce años que se puso a la venta, pero a día de hoy sigue siendo el juego de estratega más querido por los aficionados. La batalla interestelar que Blizzard creó en 1998 presenta al fin su esperada secuela rodeada de expectativas. Hace tres años que se anunció su desarrollo, con una salida inicial prevista para 2008. Por el camino no han faltado imágenes, diseños y pequeñas informaciones que han ido acrecentando la expectación. Atrás quedan los rumores sobre el cambio de orientación en el sistema de juego (se habló de una vertiente cercana al rol), 'StarCraft II' sigue a rajatabla las bases del género de estrategia en tiempo real. Tampoco se ha incluido ninguna nueva raza en la pugna por el control galáctico, continúa la lucha de siempre entre los Zerg (alienígenas que arrasan un planeta tras otro), los Protoss (dueños de poderosa tecnología extraterrestre) y los Terran (la raza humana en busca de la conquista espacial). Tras varios retrasos anuales, el esperado título ya está aquí.

Cuidar el detalle

El secreto del éxito de la primera parte consistió en cuidar obsesivamente cada detalle, desde el técnico al visual, dando lugar a un juego de estrategia bélica redondo. Las diferentes facciones enfrentadas utilizaban técnicas completamente diferentes, pero ninguna sobresalía por encima de las demás. El jugador aventajado sabía cómo explotar sus puntos fuertes y cómo sacar provecho de las debilidades del rival, utilizando en cada momento la táctica más oportuna. A esto se sumaba un gran sistema de juego online, único en su época (battle.net), y una inmensa comunidad digital. 'Starcraft' pasó a ser el ajedrez de los videojuegos.

Además, Blizzard tuvo el acierto de ir mejorando el título en función de los consejos de la comunidad de jugadores. Superó con creces a su hermano medieval 'Warcraft', y con tan sólo una expansión en doce años, sigue causando adicción y partidas interminables en medio mundo.

Todo el espíritu 'Starcraft' está presente en la nueva entrega, mejorando sus virtudes sin alejarse de la estructura que lo alzó al éxito. Una década de avances tecnológicos permite librar batallas mucho más numerosas y con muchos más factores a tener en cuenta por el estratega. La secuela también centra sus esfuerzos en el apartado multijugador con una nueva battle.net, elemento imprescindible en la actualidad para un juego de estas características. El editor de mapas, que tanto alargó la vida de la primera parte, es ahora una poderosa herramienta con multitud de posibilidades, como crear niveles que rozan el género del rol y la acción.

La historia que sirve como telón de fondo tiene más relevancia gracias a potentes cinemáticas. En resumen, se trata del juego de antaño remodelado y perfeccionado, aunque sin mostrar ninguna revolución a nivel jugable ni gráfico. Blizzard prefiere crear un nuevo rey de la estrategia clásica, y para ello ha ido escuchando opiniones a lo largo de meses, perfeccionando de forma obsesiva toda la mecánica de juego. El impacto de 'StarCraft II' puede predecir lo que ocurrirá con 'Diablo III', un juego de rol de la misma compañía que se encuentra en la misma situación. De una u otra forma, ambos títulos están avalados por una legión de seguidores ansiosos por recibir estas nuevas entregas.