El primer radar de tramo, en la AP-6

La Dirección General de Tráfico (DGT) quiere endurecer la vigilancia y los castigos a aplicar a los conductores que les gusta pisar el acelerador. Precisamente, una de las motivaciones en las que se amparó el Gobierno central para la modificación de la Ley de Tráfico, que entró en vigor el martes pasado, es luchar contra los excesos de velocidad. La próxima puesta en servicio de los llamados radares de tramo aumentará el celo sobre los conductores que infringen los límites de velocidad.

El caso es que el refuerzo del control sobre las irregularidades que muchos conductores cometen al volante, especialmente al sobrepasar los límites de velocidad, justifica en buena parte el ajuste de la regulación viaria. No en vano, los excesos de velocidad son la principal razón de pérdida de créditos del carné en Castilla y León (36%). Le sigue no llevar el cinturón de seguridad (18%) y hablar por el móvil mientras se conduce o manipular el GPS cuando se está al volante (16%), que estará a partir de ahora más perseguido.

El informe de la DGT correspondiente al periodo comprendido entre el 1 de junio del 2006 (cuando comenzó el sistema de saldo) y el 31 de diciembre del 2009 pone de relieve que las infracciones por circular a una velocidad superior a la legal son las más frecuentes. En la citada horquilla temporal se registraron en la región 76.255 quebrantamientos de este tipo.

Segovia, pionera

La modificación legislativa va a perseguir con más ahínco a quienes pisan en demasía el acelerador. Segovia será pionera en la adopción de uno de esos nuevos sistemas de vigilancia. Después de varios meses de pruebas, el ajuste legislativo recién estrenado da luz verde a la colocación del radar de tramo. Este dispositivo debutará en España en el trazado segoviano de la autopista AP-6, a lo largo de los 3,1 kilómetros del tercer túnel bajo la sierra de Guadarrama.

Los foros de seguridad vial recogen la previsión que maneja la DGT y que apunta a que el radar de tramo tiene visos de entrar en funcionamiento en verano, coincidiendo con la operación de salida de vacaciones. Por su parte, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, no se atreve a concretar una fecha para el estreno, pero sí reclama a los responsables de Tráfico que «no actúen a traición» y que anuncien con tiempo cuándo se pondrá en servicio el radar de tramo. En este sentido, Tráfico ya ha asumido u compromiso de hacer público la fecha y los recorridos concretos que estarán bajo la vigilancia de este aparato medidor.

El dispositivo ya ha superado los exámenes preliminares. Los primeros controles con este sistema comenzaron hace unos meses, de forma experimental y sin efectos sancionadores, en las autovías A-2 y A-3, en las inmediaciones de Madrid.

A grandes rasgos, lo que hace el radar de tramo es medir la velocidad media. Se colocan dos cámaras, una al comienzo del trazado y otra situada al final. El lector capta las matrículas en cada uno de los puntos y registra la hora del paso del vehículo. Ahora ya sólo queda aplicar una regla de tres. Una herramienta informática calcula la velocidad media en recorrer el itinerario. Si el resultado es superior al tope fijado, realiza una foto del infractor y la remite por fibra óptica al centro de gestión de multas de tráfico.