Atasco romero en Valderrey
Los zamoranos toman la campa de la ermita del Cristo en la primera romería del año
M. J. PASCUAL
Lunes, 12 de abril 2010, 14:28
Dicen los agricultores que no hace falta que llueva mucho más este año, pero el Cristo gótico de Valderrey volvió a salir en rogativa para cumplir con el ritual de la primera romería del año en Zamora. En esta soleada edición, la Cofradía del Cristo de Valderrey ha recuperado el arranque del itinerario desde la iglesia del Espíritu Santo hasta la ermita, mientras que la bendición de campos hasta el puente Croix quedó reducida en esta ocasión al entorno más próximo al templo, donde el obispo, Gregorio Martínez Sacristán, celebró una misa de campaña aprovechando las temperaturas más que primaverales y la presencia de cientos de zamoranos que acudieron con la cesta, la tortilla y los pimientos.
El aluvión de público fue tal, en un goteo constante desde primera hora de la mañana, que duplicó con creces la asistencia del año pasado, confirmaron desde la Policía Municipal y la Agrupación Local de Protección Civil. En la hora pico de las dos de la tarde, cuando las familias se reunían en torno a la comida campestre, no cabía un sólo automóvil más entre la carretera de La Hiniesta y la de Valorio. Tal es así que se produjo un importante atasco en ese único acceso, que fue motivado por turismos aparcados en la estrecha ví que impedían el paso del autobús que llegaba desde la capital cargado de viajeros.
La solución llegó de los brazos de unos cuantos esforzados romeros que, todos a una y como si del Cinco de Copas se tratara, levantaron del suelo, primero uno y luego otro, los dos coches que estorbaban al autobús, y los colocaron unos cuantos centímetros más allá con total limpieza. La solidaridad de los jóvenes fue correspondida con una larga ovación de agradecimiento que les dedicaron los viajeros del autobús. Cuando llegaron los agentes de la Policía Municipal, el autobús ya arrancaba hacia la ermita, cuyo entorno estaba poblado de casetas de venta de rosquillas, avellanas y aperitivos. El castillo hinchable se levantaba un año más junto al edificio para disfrute de los más pequeños, que tenían también toda la pradera para jugar al balón.
Peor lo pasó un conductor que se internó demasiado en la pradera sin tener en cuenta que las lluvias de los últimos meses han ablandado el terreno y la rodadura se convirtió en un atolladero del que difícilmente podía salir.
Agua en el arroyo
Tanto ha llovido, que por primera vez en décadas los zamoranos que acudieron ayer al Cristo tuvieron la oportunidad de ver correr el agua en el arroyo. Los niños que viajaban en el autobús, sobre todo, se sorprendían del caudal, que jamás habían visto.
A 90 céntimos de euros el viaje, muchos romeros optaron por el transporte público para acudir a la cita anual con Valderrey, aunque expresaban cierto malestar porque no se había especificado por parte del Ayuntamiento que la salida era en la parada de Príncipe de Asturias a la altura de la plaza de la Marina, y no junto al edificio sede de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, de donde suelen salir los transportes especiales, por ejemplo, a las ferias de Ifeza, motivo por el que muchos se despistaron y perdieron algún que otro autobús.
Los orígenes de esta tradición se remontan al año 1720 y es la primera cita romera de la capital zamorana, que cada año tiene lugar al domingo siguiente al de Resurrección. En la procesión, que se realiza tras la misa de autoridades, se bendicen los campos. Dos cruces guía y un pequeño cristo, el pendón de la cofradía y la bandera de Zamora preceden al Cristo de Valderrey en un recorrido por las praderas del entorno de la ermita al ritmo de la música tradicional de la flauta y el tamboril. La romería se ha revitalizado en las últimas décadas, pues en su fundación eran 34 campesinos varones y en los años setenta del pasado siglo había casi 40 cofrades. En la actualidad son 510 hermanos quienes integran la cofradía. El día antes de la romería se celebra un almuerzo de hermandad que este año ha estado exento de polémica y al que acudió la alcadesa de Zamora, Rosa Valdeón.
La Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Zamora se han comprometido a reforzar la vigilancia en la ermita de Valderrey, donde los actos vandálicos y los robos de mobiliario se suceden.
El último de estos robos se ha producido no hace más de quince días y no es la primera vez que ocurre. Los cofrades del Cristo creen que es la misma persona quien, desde hace tiempo, fuerza la verja de entrada al edificio anejo al templo y ya se ha llevado varios retretes.
Reconoce el presidente de la hermandad, Antonio Martín Alén, que sí se están realizando patrullas de vigilancia por parte de la Policía, «pero lógicamente, los agentes no pueden estar aquí toda la noche, y es muy difícil pillar a los gamberros o a los autores de los robos in fraganti».
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