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Ortega Cano y Rocío Galán, cogidos de la mano. :: EL NORTE
Malas compañías
CONTRAPORTADA

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Desmantelan seis burdeles regentados por un ex matador y una supuesta antigua novia de José Ortega Cano

WAYNE JAMISON

Jueves, 18 de febrero 2010, 01:55

De lidiar en el coso a regentar una cadena de clubes de alterne. Así fue el pase que dio a su vida Juan Pedro Galán, ex matador nacido en Jerez y cabeza visible de una familia que llevaba el negocio de seis burdeles en Cádiz y Málaga. La Guardia Civil logró desmantelar ayer una red que tenía en nómina a unas 150 mujeres, repartidas en cinco casas de lenocinio en la provincia de Cádiz y una sexta en Estepona (Málaga).

Por la caja registradora de los Galán pasaron cientos de miles de euros que se reflejaron en un patrimonio de 50 millones. Entre los quince detenidos figura la hermana de Juan Pedro, Rocío Galán, quien supuestamente mantuvo un noviazgo con José Ortega Cano.

Los prostíbulos pertenecían a una red de alojamientos bautizada con el sugerente nombre de Galantería Hoteles. En los registros a seis clubes de alterne en Málaga y Cádiz, siete domicilios y una gestoría los agentes se han incautado de medio millón de euros en metálico. Parte del dinero estaba escondido en el jacuzzi del domicilio particular del matrimonio de 80 años que comandaba la trama, los padres de Juan Pedro y Rocío.

Galantería Hoteles

Fue en la década de los años ochenta cuando los Galán comenzaron a colocar su dinero en el comercio del sexo. Dos décadas después la cadena Galantería Hoteles era un jugoso negocio muy conocido en Cádiz gracias a los anuncios insertados en los periódicos y a su web, que enmascaraba la explotación sexual mediante todo un alarde de manipulación lingüística y dobles sentidos.

No en vano, las empresas hosteleras se publicitaban como organizadoras de «reuniones de amigos, cumpleaños, separaciones, divorcios, despedidas de soltero, comidas de empresa, cenas de Navidad y jubilación». Según reza la presentación de la página en Internet, la cadena parecía que montaba actividades socio-culturales para sus clientes. En Galantería Hoteles uno podía encontrar el «espectáculo más adecuado para la celebración, la animación y el entretenimiento que más le conviene».

La llamada 'operación Toscana' comenzó el pasado mes de abril, cuando los agentes del instituto armado descubrieron que en uno de los locales, llamado Garum y situado en Chiclana de la Frontera, una prostituta «movía» droga. Una inspección en varios clubes de alterne de Cádiz y Málaga permitió constatar que las mujeres eran sometidas a condiciones de vida abusivas, con jornadas interminables y apropiación de la mitad de sus ganancias.

Quien emerge como muñidor de todo el tinglado, Juan Pedro Galán, pasó de ser una figura precoz de las plazas con sólo 10 años de edad a un torero fracasado.

Su hermana Rocío era, involuntariamente, habitual de la prensa del corazón. Delgada, rubia y con 35 años muy bien llevados, era igualmente muy conocida en Cádiz, sobre todo en Jerez. En la ciudad del vino hacía tiempo que se especulaba con que pudo haber mantenido una relación con un personaje de la prensa del corazón, Marc Ostarcevic. Habría sido poco antes de empezar con Ortega Cano. El ex de Norma Duval es relaciones públicas de una conocida discoteca y, por lo tanto, un habitual en la localidad jerezana.

Rocío volvió el pasado septiembre a ser objetivo de la prensa rosa cuando fue vista en actitud cariñosa con el diestro José Ortega Cano. «Todavía nos estamos conociendo», declaró ilusionado el torero, que parecía dispuesto a dar otra oportunidad al amor tres años después de la muerte de Rocío Jurado. Pero el flechazo se hizo doloroso cuando los paparazzi airearon que la joven trabajaba como contable en un club de alterne regentado por su familia. Ortega Cano se distanció de Rocío, que se diluyó en el olvido... hasta ayer.

Niño prodigio del toreo

Juan Pedro Galán llegó a probar las mieles del triunfo. Fue un niño prodigio. Cuando otros a su edad jugaban a las canicas, él se vistió el traje de torear en la Monumental de México siendo un mocoso. Llegó a congregar a más de 40.000 espectadores. Su imagen saliendo a hombros dio la vuelta al mundo. Corría el año 1982 y ya era catalogado como una futura figura de los ruedos. El éxito siguió acompañándole después como novillero, pero su carrera acabó torciéndose hasta terminar con el enojoso título de eterna promesa.

El centro neurálgico de las actividades de la trama se localizaba en la finca El Toro, propiedad de los padres de Rocío y Juan Pedro. Desde allí impartían órdenes muy estrictas a las prostitutas: les imponían multas si engordaban o incluso si se ausentaban del trabajo por enfermedad.

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